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El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, afirmó que su país será un aliado de Estados Unidos, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, ya sea la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump.

Mulino expresó que Panamá siempre será un aliado importante de Estados Unidos, ya que es el principal usuario del Canal de Panamá. Durante un encuentro con los medios en París, el mandatario destacó la importancia de mantener una buena relación y comunicación con el próximo presidente de los Estados Unidos a partir de enero.

El presidente mencionó que existen muchas razones para trabajar juntos, como la lucha contra el narcotráfico y la migración desde Sudamérica hacia Estados Unidos a través de la selva del Darién en la frontera con Colombia. Esta ruta migratoria representa un desafío tanto para Panamá como para Estados Unidos, ya que se ha convertido en un corredor para los migrantes que buscan llegar a suelo estadounidense.

En cuanto a la deportación de migrantes, Panamá ha deportado a personas de nacionalidad colombiana, ecuatoriana e india en vuelos financiados por Estados Unidos. El presidente ha mencionado que se han realizado 20 vuelos de repatriación en tres meses para desincentivar el uso de esta ruta migratoria.

A pesar de las deportaciones, los migrantes venezolanos tienen permitido seguir su camino hacia Estados Unidos debido a la situación política compleja en su país. Mulino expresó su preocupación por un posible empeoramiento de la situación tras la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela.

En resumen, Panamá se compromete a ser un aliado de Estados Unidos, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales. Ambos países tienen desafíos comunes como la lucha contra el narcotráfico y la gestión de la migración en la región, y trabajarán juntos para abordar estos problemas en el futuro.