El multimillonario británico Richard Branson dijo en una entrevista con la BBC el jueves que creía en el punto álgido de la pandemia que iba a “perderlo todo” y sufrió críticas cuando su grupo, Virgin, pidió ayuda al gobierno. “Lo que queríamos era obtener el apoyo del gobierno como sucedió en Estados Unidos, como sucedió en Francia, como sucedió en Italia. No regalos (…) sino préstamos”, insiste.

Richard Branson había intentado solicitar la ayuda del ejecutivo conservador de Boris Johnson, quien le había denegado una declaración de inadmisibilidad, probablemente creyendo que las finanzas del empresario le permitían rescatar a su empresa sin apelar a los contribuyentes. “Teníamos 50, 60 habían sido castigados, y todos los clubes deportivos estaban cerrados, todos los hoteles estaban cerrados”, recuerda el Sr. Branson, quien agrega: “lo peor hubiera sido si 60,000 personas (empleadas por el grupo Virgin, Nota del editor) se habían encontrado en la calle.

El multimillonario, que dice haber perdido personalmente unos 1.500 millones de libras durante la pandemia, finalmente había inyectado 200 millones de libras de su bolsillo para salvar de la quiebra a su aerolínea Virgin Atlantic. “Hubo un momento en que pensé que lo íbamos a perder todo”, dice. Richard Branson dice que estuvo “un poco deprimido” durante unos meses. “Nunca había experimentado esto antes”, dice.

“El dinero personal que gano lo doy íntegramente a obras de caridad”, asegura todavía el empresario durante una entrevista en River, en la que también dijo que lamentaba “la etiqueta de multimillonario”. “La gente no se dirige a ti por tu valor neto, te llama por tu nombre”, señala. “Todo lo que puedo decir es que hemos pagado miles y miles de millones en impuestos a lo largo de los años y continuaremos haciéndolo y nuestras empresas pagan impuestos sin importar en qué país y territorio se encuentren”, insiste.

Richard Branson había vivido “uno de los días más extraordinarios” en 2021, flotando a 86 km de altitud durante unos minutos a bordo del VSS Unity, la nave de Virgin Galactic, su empresa de turismo espacial. Pero tras un fracaso en enero, Virgin Orbit, que diseña cohetes dedicados al lanzamiento de pequeños satélites, se declaró en quiebra el mes pasado en Estados Unidos a la venta. El empresario de 72 años también le dijo a la BBC que había comenzado a pensar en su sucesión: “Estamos teniendo serias discusiones familiares” sobre este tema.