Como siempre durante las movilizaciones sociales, París aparece una vez más como epicentro de la protesta. Nueva manifestación el jueves con la manifestación de magnitud que unió la plaza de la Bastilla a la de la Ópera. Sin embargo, las procesiones se vieron empañadas por la violencia y, en particular, por los enfrentamientos con la policía. Inaceptable para la alcaldesa capitalina, Anne Hidalgo. “La manifestación, que salió bien, se tornó sumamente violenta y preocupante”, lamentó tras la reunión de su unidad de crisis sobre el movimiento social y sus consecuencias.
En este contexto, el concejal socialista lanzó «un llamamiento a la calma». “Condeno esta violencia, porque desvía la atención de un tema en el que se encuentra una inmensa mayoría de franceses, a saber, pedir la derogación de la ley de pensiones”, recordó. Anne Hidalgo aprovechó para denunciar “la terquedad del Presidente de la República en querer forzar”, refiriéndose indirectamente al uso del artículo 49.3 la semana pasada en la Asamblea Nacional. Para el alcalde de París, «su discurso» del pasado miércoles «solo empeoró la situación».
Anne Hidalgo también está en primera línea en el manejo de los botes de basura que se acumulan por toda la capital tras el paro de los recolectores de basura. El jueves, 9.600 toneladas de basura se esparcieron por las aceras parisinas, un volumen globalmente estable durante una semana a pesar de las requisas ordenadas por la jefatura de policía. La excandidata presidencial socialista es así acusada por sus opositores, pero también por vecinos y comerciantes, de no hacer todo lo posible para limitar el impacto de esta huelga que ella apoya.
Si «el viernes se apagaron 158 basureros, un 10% más que un viernes normal, los tiempos de viaje siguen siendo largos» por los atascos en la incineradora, «y por eso tenemos una capacidad que siempre se reduce a la mitad», se defiende Anne Hidalgo. “Cada día, en París, generamos 3.000 toneladas de residuos. Recaudamos (desde el inicio de la huelga) todos los días al menos del 50% al 66%, es mucho más que un servicio mínimo. Pero hacemos lo que podemos con lo que tenemos”, respondió también el viernes su primer diputado socialista Emmanuel Grégoire.