En medio de una crisis en torno a la reforma de las pensiones, el Primer Ministro acudió este viernes a Nièvre sobre el tema de la escuela. Una forma de intentar escapar, durante unas horas, del tema candente del momento. Un intento que fracasó cuando Elisabeth Borne se encontró en Nevers enfrentando las preocupaciones de un puñado de franceses, seleccionados por el diario regional Le Journal du Centre. Mientras los sindicatos serán recibidos en Matignon el próximo miércoles y pedirán la suspensión o retirada de la reforma, la primera ministra afirma que «no va a sorprenderse: no existe tal cosa como poner un proyecto de ley en suspenso».

“Pero por otro lado, tenemos todo un campo de discusión sobre el cual espero que ya sea las organizaciones sindicales y patronales entre sí, o el gobierno, con ellos, puedan avanzar para dar respuestas concretas a nuestros conciudadanos en temas que están en el centro de su vida profesional y, por tanto, en el centro de sus vidas”, explica el jefe de Gobierno. La oportunidad de deplorar que el aplazamiento gradual de la edad de jubilación en dos años hasta 2030 fue la única medida que surgió en el debate. “Para 4 de cada 10 franceses, no tendrán que ir hasta los 64 años”, insiste Élisabeth Borne. El cual considera que «era importante encontrar el camino del diálogo» con los sindicatos. Y que hay que «escuchar» lo que van a decir, sin marcar «una agenda concreta».

Leer tambiénLa RN, ganadora de etapa de la crisis de las pensiones

Siendo aún la reforma masivamente rechazada por la opinión pública, el Primer Ministro aprovechó la entrevista con algunos franceses para esbozar un mea culpa sobre el formulario. «¿No crees que la comunicación de tu reforma de las pensiones ha sido muy mala?», se lanza una francesa a Élisabeth Borne, sorprendida por la franqueza de la pregunta. “Una reforma de pensiones es compleja. Nos comunicamos lo mejor posible porque sigo pensando que estamos haciendo una reforma que es necesaria. Queríamos tener en cuenta lo mejor posible la diferencia en la situación de cada persona (…) Ahí tengo la impresión de que nuestros mensajes no han pasado, concede el presentador de Matignon. ¿Qué apaciguar al país ante una nueva jornada de movilización, el 6 de abril?