Las ONG detrás de una iniciativa ciudadana que pide salvar a las abejas dijeron que su lucha estaba «lejos de terminar» después de que la Comisión Europea respondiera el miércoles simplemente refiriéndose a los proyectos de ley que ya se estaban negociando.
Lanzada en 2019 con el apoyo de ONG, la iniciativa ciudadana europea «Save the Bees» había recogido en octubre de 2021 más de un millón de firmas en toda la UE.
La Comisión Europea, obligada a dar una respuesta, explicó que ya se están negociando proyectos de ley para proteger mejor a los polinizadores. Hizo un llamado a los Estados y eurodiputados a encontrar “acuerdos rápidos y ambiciosos” sobre estos proyectos legislativos, cuyo resultado sigue siendo incierto, sin presentar nuevas propuestas.
Para detener el declive de las abejas, la petición pedía en particular “actos legales para eliminar gradualmente los pesticidas sintéticos para 2035” y restaurar la biodiversidad de los paisajes agrícolas.
Desde 2019, “la Comisión ha tomado importantes iniciativas”, y “más que proponer nuevos actos legislativos, la prioridad es que los colegisladores lleguen a acuerdos rápidos sobre las propuestas que están sobre la mesa”, dijo este miércoles un portavoz de la palabra de la Ejecutivo europeo, señalando dos textos discutidos entre los Estados miembros y en el Parlamento Europeo.
El primero tiene como objetivo reducir a la mitad el uso y los riesgos de plaguicidas químicos o peligrosos para 2030, en comparación con el período 2015-2017. El proyecto está despertando la resistencia de algunos Estados, que a finales de diciembre exigieron nuevos estudios de impacto, retrasando las discusiones.
La segunda impondría a cada Estado objetivos para la restauración de los ecosistemas dañados por la contaminación o la explotación intensiva. El texto divide a los Veintisiete, que supuestamente acordarán en junio su posición antes de negociar con los eurodiputados. Se acaba el tiempo para la adopción de los dos textos antes de las elecciones europeas de 2024.
«Está lejos de terminar», reaccionaron en un comunicado de prensa conjunto las ONG que organizan la iniciativa por las abejas (PAN-Europa, Global2000, Slow Food…), pidiendo «más ambición del Parlamento Europeo y de los Estados».
“Sin biodiversidad, no hay agricultura. La Comisión es consciente de ello y ha presentado importantes propuestas legislativas (…) Sus propuestas merecen más ambición: en cambio, algunos eurodiputados y muchos Estados prefieren escuchar el lobby de los productores de plaguicidas y retrasar el proceso de toma de decisiones”, lamentaron. .
“Seguiremos de cerca el seguimiento. La iniciativa ciudadana es más que simples firmas, es una participación activa en el proceso”, insistió Martin Dermine, de la red de ONG PAN-Europa. Mientras que los insectos aseguran la reproducción del 80 % de las variedades cultivadas, una de cada tres especies de abejas, sírfidos y mariposas está en declive en la UE.