Este artículo está extraído del número especial de Le Figaro “D’Est en Ouest – Vivre au Canada”, disponible en Figaro Store.

FIGARO – ¿Cómo definir zonas de innovación (ZI)?

Pierre Fitzgibbon – Se trata de grupos de empresas, centros de investigación y organizaciones de apoyo cuyo objetivo es estimular la innovación y el crecimiento económico en diferentes regiones de Quebec. Proporcionan un entorno favorable para la colaboración y el intercambio de conocimientos, así como el acceso a recursos y financiación.

¿Cuáles son los objetivos?

P.F. – Las ZI forman parte de un plan de desarrollo económico específico y responsable para Quebec. Somos una provincia francófona de 8,5 millones de habitantes rodeada de otras provincias canadienses y de Estados Unidos, por lo que teníamos que encontrar nuestro nicho. En un contexto de globalización, para ser eficiente es preferible elegir sectores en los que puedas destacar. Por eso queríamos centrarnos en estos sectores y áreas geográficas de alto valor añadido. Reuniremos instituciones de conocimiento (colegios, universidades), grandes empresas que invertirán y startups. El gobierno, por su parte, financiará la infraestructura. Es importante que nuestros jóvenes en Quebec y nuestros futuros inmigrantes vean estas ZI como áreas donde resulta interesante trabajar.

¿Cuéntanos sobre proyectos actuales y futuros?

P.F. – Hoy tenemos dos ZI formalmente establecidas: Sherbrooke Quantum, centrada en las ciencias cuánticas, y Technum Québec en Bromont, dedicada a las tecnologías digitales. En última instancia, podrían surgir ocho zonas: en la aeronáutica en la región de Montreal; en transición energética (sector de baterías) en un corredor de Shawinigan, Trois-Rivières, Bécancour; en salud personalizada (inteligencia artificial, células madre, etc.) en Montreal y Quebec; en agroalimentación en Montérégie; en los productos pesqueros en Gaspésie, en el sector minero en Abitibi y en el norte de Quebec; en el llamado aluminio “verde” en Saguenay y en tecnologías limpias en torno a Cycle Capital, un inversor de capital riesgo de Montreal.

¿Habrá efectos sobre el empleo y la demanda de mano de obra extranjera?

P.F. – Es evidente que la inmigración selectiva constituye un problema para Quebec y tendremos que recurrir a inmigrantes que nos echen una mano. Las zonas de innovación se convertirán en imanes para atraer a jóvenes graduados quebequenses, pero también a estudiantes extranjeros. Actualmente tenemos lagunas y falta de experiencia en determinados sectores muy especializados, como el campo de las baterías para vehículos eléctricos. Debemos abrir la puerta a los trabajadores fuera de Quebec para cubrir puestos que no se pueden cubrir aquí. Les ayudaremos a aprender francés, porque somos francófonos, y a amar Quebec para que quieran quedarse.