Las tormentas eléctricas y el granizo causaron importantes daños a los viñedos en los alrededores de Perpiñán el martes 12 de septiembre, informó el miércoles el sindicato de viticultores de los Pirineos Orientales, el departamento francés más afectado por la sequía. En los municipios de Pollestres o Trouillas, a unos quince kilómetros de Perpiñán, los viticultores han “perdido el 80% de la cosecha. Queda el 20% en un sector ya afectado por la sequía que había perdido el 30% de su producción”, según el presidente de este sindicato, David Drilles.

“Es un gran sector vitivinícola, hay muchos viticultores afectados. También los hay” en otro valle del departamento, dijo. «Estamos en el proceso de hacer una evaluación completa», añadió. La sequía también corre el riesgo de tener consecuencias más allá de la cosecha de 2023: los viticultores temen que las plantas, agotadas por la falta de lluvia este año, mueran o produzcan aún menos fruta el año que viene. Las fuertes lluvias también provocaron el martes inundaciones en un hipermercado y en calles de Perpiñán.