Arabia Saudita e Irán han convocado a los representantes de las misiones diplomáticas suecas en sus países, con el fin de denunciar la autorización otorgada por Estocolmo para actos de profanación del Corán.
«Una nota de protesta pidiendo en particular a las autoridades suecas que tomen todas las medidas inmediatas y necesarias para poner fin a estos actos vergonzosos», se entregará al encargado de negocios sueco, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita en un comunicado de prensa este jueves 20 de julio por la noche.
Irak ordenó este jueves la expulsión del embajador sueco y retiró a su propio representante en Suecia como reacción a la nueva profanación del Corán en Estocolmo, una iniciativa que también derivó en un asalto a la embajada en Bagdad, incendiada por los manifestantes. Las autoridades iraquíes también han anunciado que suspenderán la licencia del gigante sueco de telecomunicaciones Ericsson en el país.
Otro país de la región, la República Islámica de Irán, convocó al embajador sueco en Teherán el jueves por la noche y pidió a Estocolmo que dejara de autorizar actos de profanación del Corán. «Condenamos enérgicamente la repetida profanación del Sagrado Corán… en Suecia y responsabilizamos al gobierno sueco por las consecuencias de provocar los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nasser Kanani. «Cualquier insulto a los santuarios religiosos y libros sagrados, en cualquier lugar y por cualquier persona, es condenado», dijo.
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Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, dijo que envió una carta al secretario general de la ONU condenando la profanación del Corán y pidiéndole que «condene inmediatamente este acto y tome las medidas necesarias lo antes posible para evitar que se repita». Las autoridades iraníes han convocado manifestaciones en todo el país después de las oraciones del viernes para denunciar la «profanación del Sagrado Corán», según informa el canal de televisión estatal.
En Beirut, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, exigió el jueves por la noche la expulsión del embajador sueco en Líbano y convocó manifestaciones. «Este es el mínimo requerido», agregó el líder del poderoso partido musulmán chiíta. La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) habló de un «nuevo acto de provocación», su secretario general, Hissein Brahim Taha, instó a Estocolmo a «dejar de emitir autorizaciones (para reuniones, nota del editor) a grupos e individuos extremistas».