La Asociación de Restaurantes, Bares y Discotecas de Panamá (ArbydPanamá) ha pedido al alcalde Mayer Mizrachi que reconsidere las restricciones de la ley seca y permita la venta libre de licor en días de duelo nacional, así como la eliminación del decreto que regula los horarios de funcionamiento de los centros nocturnos.
En un comunicado publicado en redes sociales, ArbydPanamá ha solicitado al alcalde que flexibilice la «ley seca», ya que el sector del entretenimiento y la industria restaurantera del país han experimentado una fuerte caída en sus ingresos, con una disminución de más del 45% en comparación con el año pasado.
La asociación ha propuesto que en días de duelo nacional como el 2 de noviembre y el 20 de diciembre se permita la venta de licor, y que en días festivos como el 8 y 25 de diciembre se elimine el decreto que regula los horarios de funcionamiento de los centros nocturnos, siguiendo el ejemplo de países que promueven el turismo de entretenimiento.
El sector ha expresado en varias ocasiones su desacuerdo con las restricciones de la ley seca, argumentando que esta medida perjudica gravemente a los negocios, causando pérdidas económicas y sin resolver los problemas de seguridad y violencia.
Desde el año 2020, la industria restaurantera y de discotecas del país se ha visto gravemente afectada. Primero por la crisis causada por la pandemia del covid-19, que obligó al gobierno a imponer medidas restrictivas como la suspensión de eventos bailables, cierre de negocios, toque de queda y movilidad restringida. Luego, la guerra entre Ucrania y Rusia generó un aumento en el costo del combustible, lo que desencadenó protestas en julio de 2022. Además, el estallido social en octubre y noviembre de 2023 después de la aprobación de la ley del contrato minero por el gobierno de Laurentino Cortizo provocó las mayores protestas y cierres de calles en la era democrática, impactando negativamente en la industria del entretenimiento.
La ley seca en Panamá es una normativa que restringe la venta y consumo de alcohol en situaciones especiales como elecciones, festividades religiosas, días de duelo nacional o emergencias nacionales. Su objetivo es preservar el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos durante estos eventos. Durante su aplicación, se prohíbe la venta y consumo de alcohol en espacios públicos y comerciales, como bares, restaurantes, discotecas y tiendas de conveniencia. Los establecimientos que infrinjan la ley seca se exponen a multas, arrestos temporales o cierre de sus negocios.
La ley seca ha sido objeto de controversia desde su implementación, con sectores que la rechazan por su impacto económico en los negocios de entretenimiento, la limitación de libertades individuales y la percepción de su ineficacia para prevenir problemas de seguridad y violencia.