Una primera. El portaaviones Charles de Gaulle zarpa este lunes del puerto de Toulon, su tradicional puerto base, para quedar bajo el mando operativo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del 26 de abril al 10 de mayo. Más precisamente, el Charles de Gaulle forma parte del Grupo Aéreo Naval (GAN), responsable de la misión Akila en el Mar Mediterráneo. En la misión también participarán unidades aliadas americanas, españolas e italianas, según informó el Ministerio de las Fuerzas Armadas. El portaaviones, puesto en servicio en mayo de 2001, ya había participado en operaciones de la OTAN, pero siempre había estado bajo control francés.
La misión Akila (del latín aquila que significa «águila») reúne a quince Estados en total y está bajo la autoridad del personal marítimo StrikforNato (Naval Striking and Support Forces NATO, en francés), un mando naval de la OTAN. activo desde 2004. En el contexto de la guerra en Ucrania, Akila se inscribe en una lógica de garantía del mandato de la OTAN, que garantiza la seguridad de los Estados miembros a través de una política de disuasión. Refleja, por tanto, el «compromiso común (de los miembros, nota del editor) de reforzar la cooperación y garantizar la interoperabilidad», según Farah Dakhlallah, portavoz de la OTAN, que declaró a la AFP el 11 de abril que la operación se desarrolla en un «entorno de seguridad difícil».
La participación francesa «en las actividades de la Alianza en el Mediterráneo y en toda Europa» permite «reforzar la postura defensiva y disuasoria europea» y «contribuir a la seguridad colectiva», apoyando al mismo tiempo «las operaciones destinadas a promover la estabilidad regional», explica el Ministerio de las Fuerzas Armadas en su sitio web. Desde la invasión de Ucrania por el ejército ruso, la OTAN ha aumentado significativamente su presencia marítima en Europa. Además, Francia ha desplegado más de 1.500 soldados en la frontera entre Ucrania y Rumania, en el marco de la misión Aigle de la OTAN, lanzada en febrero de 2022 y que reúne a soldados franceses, belgas, holandeses y luxemburgueses.
La decisión de Francia de incluir al Charles de Gaulle en esta misión y de aceptar que quede bajo el mando de la Alianza Atlántica ha provocado fuertes críticas por parte de algunos partidos políticos. Por ejemplo, el fundador de La France insoumise, Jean-Luc Mélenchon, se mostró cuando menos escéptico, evocando un sentimiento de “tristeza” y denunciando una “vasallización demostrada” en su cuenta X.
Para el líder rebelde, Francia corre el riesgo de perder el control de su defensa nacional debido a su participación en la OTAN. El ex candidato presidencial ya defendió esta posición en un discurso pronunciado cinco años antes: la OTAN es “una coalición militar que no lideramos”, afirmó. Durante la campaña presidencial de 2022, Jean-Luc Mélenchon también propuso una salida de la organización, antes de revisar su programa tras el estallido de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Por su parte, Jean-Lin Lacapelle, portavoz de la Agrupación Nacional (RN), también criticó el suceso en la red social: “El único portaaviones francés está bajo mando de la OTAN: las consecuencias de la política de abandono de la soberanía con Macron. Esperamos confiar el resto de nuestra política de Defensa a Bruselas”.
Sin embargo, el presidente de la RN, Jordan Bardella, afirmó que no se trataba de abandonar la Alianza mientras dure la guerra en Ucrania, durante una entrevista organizada por el medio Politico y el think tank Europa Nova el 28 de marzo.
En una entrevista con Le Parisien, el Ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, respondió a estas críticas. Precisa en particular que el portaaviones participará en “una misión de entrenamiento y de seguridad en el Mediterráneo” y que lo mismo se aplica a “los aviones de combate franceses que realizan patrullas desde Lituania para la protección de la fuerza aérea espacial de los países bálticos” o incluso “soldados del ejército en Rumania”, refiriéndose una vez más a las misiones de la OTAN. «Están bajo la supervisión operativa de la Alianza, pero en ningún momento están fuera del control político y militar francés», insistió.
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Francia es uno de los 12 miembros fundadores de la organización creada en 1949, en los albores de la Guerra Fría. París abandonó el mando militar integrado de la Alianza en 1966, por decisión del general de Gaulle, con el objetivo de afirmar su deseo de independencia frente al aliado estadounidense. Pero en 2009, Nicolas Sarkozy volvió a incorporar al país al mando militar de la OTAN, aunque sin unirse al grupo de planes nucleares de la Alianza.