Marco Rubio, el actual secretario de Estado estadounidense, se encuentra inmerso en una gira por cinco países de América Latina, incluido Panamá, desde el sábado 1 hasta el jueves 6 de febrero. Durante su visita, Rubio abordará temas de gran importancia como el canal de Panamá, la influencia china, seguridad y migración, en un momento marcado por las tensiones generadas por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El senador de Florida, de 53 años y ascendencia cubana, ha recorrido un largo camino en la política estadounidense, convirtiéndose en el primer latino en ocupar un cargo de alta relevancia en el país. Rubio, nacido en Miami, proviene de una familia de inmigrantes cubanos y ha estado inmerso en la política durante 25 años, adquiriendo un profundo conocimiento de los entresijos del sistema.

Rubio se destaca por su postura firme en cuanto a la presión sobre China, considerada una potencia rival de Estados Unidos. Durante su tiempo como senador, abogó por acciones en apoyo a Taiwán, castigo a Pekín por su trato a Hong Kong y medidas restrictivas sobre las operaciones comerciales chinas en suelo estadounidense. Además, Rubio es conocido por su apoyo a Israel, su interés en poner fin al conflicto en Ucrania y su atención puesta en Irán.

Un aspecto destacado de la personalidad de Rubio es su dominio del español, lo que le ha permitido comunicarse de manera efectiva y emitir críticas contundentes contra regímenes como el castrista en Cuba, así como los liderazgos de Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela.

Marco Rubio en Panamá: Canal, seguridad y migración en la agenda bilateral, advierte Mauricio Claver-Carone

La historia de Marco Rubio refleja un ejemplo clásico del sueño americano, donde un hijo de un camarero y una cajera logra ascender en la política estadounidense hasta alcanzar la presidencia de la Cámara de Representantes de Florida a los 34 años. Su ascenso en la política ha estado marcado por momentos de enfrentamiento con figuras como Donald Trump, con quien tuvo un pasado de rivalidad durante las primarias de 2016.

Durante aquella contienda, la relación entre Rubio y Trump no era precisamente amistosa, llegando a intercambiar duros comentarios. Rubio se refirió a Trump como un «estafador» y mencionó humorísticamente el tamaño de sus manos en medio de la acalorada competencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, ambos han logrado limar asperezas y Rubio ahora ocupa un papel destacado en la diplomacia de Estados Unidos.

Además de su trayectoria política, Rubio es un hombre de familia, católico y casado con Jeanette Dousdebes, su novia de toda la vida. Según informes de la agencia AFP, Dousdebes es una exanimadora de origen colombiano de los Miami Dolphins de la NFL. Juntos, la pareja tiene cuatro hijas, lo que suma un toque humano y familiar a la figura pública de Rubio.

Mauricio Claver-Carone culpa a Varela de la ‘influencia’ de China en Panamá

Durante su visita a Panamá, Rubio se ha reunido con autoridades locales y líderes políticos para abordar temas de interés bilateral, entre ellos el impacto de la influencia china en la región. Mauricio Claver-Carone, asesor de seguridad nacional para el hemisferio occidental, ha expresado su preocupación por la creciente presencia de China en Panamá y ha culpado al expresidente Juan Carlos Varela de permitir esta influencia.

La presencia de Rubio en Panamá no solo resalta la importancia de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, sino que también destaca la relevancia de la región en el escenario geopolítico global. Con su dominio del español y su profundo conocimiento de la política regional, Rubio se presenta como un intermediario clave en la diplomacia de Estados Unidos en América Latina.

En conclusión, la visita de Marco Rubio a Panamá y otros países de la región no solo pone de manifiesto la importancia de América Latina en la política internacional, sino que también destaca la figura de Rubio como un líder con experiencia y visión en asuntos de relevancia global. Su amplio bagaje político y su capacidad para abordar temas complejos con fluidez y firmeza lo convierten en un actor clave en la escena diplomática actual.