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Ciudad de Panamá/Después de varios días de silencio, el exministro de Obras Públicas, Rafael Sabonge, finalmente ha reaccionado ante el caso de la desaparición de 600 vigas de hierro valuadas en 300 millones de dólares, destinadas para trabajos de mantenimiento en el puente de Las Américas.

El escándalo estalló el pasado 5 de septiembre cuando la actual administración del Ministerio de Obras Públicas (MOP), liderada por José Andrade, presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público por la desaparición de estas enormes estructuras, las cuales estaban almacenadas en un patio del MOP ubicado en el sector de Farfán.

Sabonge explicó que las vigas formaban parte de un proyecto que se había planificado en 2010, pero que fue modificado hace 14 años. Desde entonces, estas vigas permanecían en el lugar. «Esporádicamente se utilizaron algunas vigas para reparar y construir puentes en todo el país, durante la administración del 2014-2019», mencionó Sabonge.

El exministro también señaló que el uso de estos materiales siempre se realizaba con las autorizaciones correspondientes, las cuales eran escalonadas en el MOP. Según él, durante su administración solo se licitó un contrato de mantenimiento para el puente de Las Américas, el cual incluía trabajos de parcheo, limpieza e iluminación, pero no elementos estructurales.

En cuanto a la desaparición de las vigas, Sabonge expresó su preocupación, indicando que parece tratarse de un robo. «Ahora entiendo por lo que he visto que ya se han adelantado las investigaciones de lo que parece haber sido un robo de las vigas que estaban en el patio de Farfán», afirmó.

El movimiento Proyecto Arraiján ha denunciado a Sabonge ante la Fiscalía Anticorrupción por presuntos delitos de corrupción, peculado y asociación ilícita para delinquir. Hasta el momento, se han ubicado al menos unas 80 vigas con características similares a las que son propiedad del Estado.

Según el MOP, las vigas desaparecidas tenían longitudes que variaban entre 20 y 60 pies. En un informe de la institución se detalló que, en octubre de 2023, las vigas aún se encontraban almacenadas en el área de Farfán en el corregimiento de Veracruz. Sin embargo, entre febrero y junio de 2024, durante la campaña electoral, se enviaron 99 vigas a diferentes destinos. A través de imágenes satelitales se pudo determinar que las vigas habían sido trasladadas un día después de las elecciones del 5 de mayo.

Ante esta situación, la opinión pública ha manifestado su indignación y exige transparencia en las investigaciones para esclarecer lo sucedido. La desaparición de estas vigas representa una pérdida significativa para el patrimonio del Estado y plantea serias interrogantes sobre la gestión de los recursos públicos en proyectos de infraestructura.

La corrupción en el sector de la construcción y la obra pública es un tema recurrente en Panamá, y casos como este ponen en entredicho la integridad de las instituciones gubernamentales y de los funcionarios que las dirigen. Es fundamental que se realicen las investigaciones pertinentes de manera rigurosa y transparente, para que se establezcan responsabilidades y se evite que situaciones similares ocurran en el futuro.

En medio de esta controversia, es crucial que se fortalezcan los mecanismos de control y supervisión en la ejecución de proyectos de infraestructura, para prevenir posibles actos de corrupción y garantizar la correcta utilización de los recursos públicos. La sociedad panameña demanda una mayor rendición de cuentas y una mayor transparencia en la gestión de los fondos destinados a obras públicas, con el fin de evitar situaciones como la desaparición de las vigas en Farfán.

Impacto en la Infraestructura Nacional

La desaparición de las 600 vigas de hierro destinadas al puente de Las Américas representa un golpe para la infraestructura nacional de Panamá. Estos materiales eran fundamentales para la realización de trabajos de mantenimiento en una de las principales vías de comunicación del país, lo que pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos que transitan por dicho puente.

La falta de estas vigas podría retrasar o incluso paralizar las labores de mantenimiento programadas, lo que podría tener un impacto negativo en la calidad y durabilidad de la infraestructura. Además, el costo de reemplazar estas vigas perdidas representa un gasto adicional para el Estado, que ya se ve afectado por la corrupción y la mala gestión de recursos en proyectos de construcción.

Desafíos en la Lucha contra la Corrupción

El caso de la desaparición de las vigas en Farfán pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Panamá en su lucha contra la corrupción. La falta de supervisión adecuada, la opacidad en la ejecución de proyectos y la impunidad de los responsables son factores que permiten que este tipo de situaciones ocurran.

Es necesario que las autoridades competentes actúen con determinación y celeridad para esclarecer los hechos, identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes. La impunidad en casos de corrupción socava la confianza en las instituciones y en el Estado de derecho, por lo que es fundamental que se establezcan mecanismos efectivos para prevenir y castigar estos actos.

La sociedad civil también juega un papel crucial en la lucha contra la corrupción, al exigir transparencia, rendición de cuentas y participación activa en la supervisión de la gestión pública. Es necesario fortalecer la cultura de la integridad y la ética en todos los niveles de la sociedad, para construir un país más justo y equitativo para todos sus ciudadanos.

En conclusión, la desaparición de las 600 vigas de hierro en Farfán es un grave caso de corrupción que pone en evidencia la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir y combatir este flagelo en Panamá. Es imperativo que se realicen las investigaciones pertinentes de manera rigurosa y transparente, para que se restablezca la confianza en las instituciones y se garantice una gestión pública honesta y eficiente.