Reclasificación de beneficios por Ifarhu: Cambios en el panorama educativo panameño
En una reciente actualización del Reglamento de Becas y Convenios Educativos del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu), se han implementado cambios significativos que impactarán a miles de estudiantes en Panamá. Esta medida, aprobada por el Consejo Nacional de Ifarhu y publicada en la Gaceta Oficial el 30 de diciembre, busca ajustar los beneficios a la realidad educativa, social y el desarrollo nacional.
Desaparición de auxilios económicos y surgimiento de una nueva figura
Uno de los cambios más notables es la desaparición de la polémica figura de los auxilios económicos, que han sido objeto de controversia en el pasado. En su lugar, se introduce la Beca Socioeconómica, destinada a estudiantes socioeconómicamente vulnerables egresados de planteles oficiales, con un promedio académico entre 4.0 y 5.0. Esta beca permitirá a los beneficiarios realizar estudios tanto en centros universitarios nacionales como internacionales, previa evaluación.
Nuevas oportunidades educativas
Las Becas Socioeconómicas se dividen en dos categorías: Nacionales e Internacionales. Las primeras están dirigidas a estudiantes vulnerables con un promedio mínimo de 4.0 en centros de estudio nacionales, mientras que las segundas abarcan estudios en el extranjero con requisitos similares. Además, se ha creado una beca especial para estudiantes egresados de los centros estudiantiles del Ifarhu, así como becas para funcionarios de la institución y sus familiares.
Antecedentes y perspectivas
Ante esta reestructuración, el exdirector de Ifarhu, Jaime Díaz, había adelantado la eliminación de los auxilios económicos, reservándolos únicamente para personas en riesgo social. Esta medida busca evitar situaciones pasadas donde los beneficios se otorgaban a individuos privilegiados en lugar de a quienes realmente los necesitaban.
En los últimos años, el Ifarhu ha distribuido millones de dólares en auxilios económicos y otros beneficios, con un enfoque renovado en la equidad y la transparencia en la asignación de recursos. Estos cambios representan un paso hacia un sistema educativo más justo y accesible para todos los panameños.