Un viejo conocido. Al acudir este miércoles a Le Touquet para firmar el segundo volumen de sus memorias quinquenales, Le Temps des combats (Ed. Fayard), Nicolas Sarkozy reconoció, entre los cientos de aficionados o curiosos que acudieron a verlo a la imprenta de la ciudad, rostro de Florence Cassez, encarcelada en México entre 2005 y 2013. Y a quien el ex inquilino del Elíseo había ayudado a liberar. Según La Voix du Nord, esta mujer de 48 años, residente en Dunkerque, vino a saludar al ex presidente de la República con su hija y sus padres. Un reencuentro que llevó a Nicolas Sarkozy a interrumpir su serie de firmas para entablar una conversación con la familia, que luego duró un cuarto de hora.

“Es gracias a usted, señor presidente, que estoy aquí en este momento. Sin su inversión y la del Estado francés, no estaré aquí hablando con usted”, dijo en particular Florence Cassez a Nicolas Sarkozy. Y la respuesta de la persona no fue menos rotunda: «Cuando tienes la suerte de tener grandes poderes, hay que usarlos para casos que afectan a personas como Florence».

Lea también «El señor Attal tiene toda la razón»: a favor de la prohibición de la abaya, Sarkozy señala a Pap Ndiaye

En 2005, Florence Cassez, de nacionalidad francesa, fue arrestada en México antes de ser condenada a 96 años de prisión en 2008 por secuestro, asociación criminal y posesión de armas. La joven, que no deja de proclamar su inocencia, se encuentra en el centro de una crisis diplomática y de un enfrentamiento entre Francia y México. A lo largo de su mandato, el expresidente intentará, año tras año, negociar con su homólogo Felipe Calderón. E incluso discutirá el caso durante una audiencia con el Papa Benedicto XVI. Habrá que esperar hasta enero de 2013, seis meses después del fin del mandato de Nicolas Sarkozy, para que Florence Cassez sea liberada. Luego dijo en ese momento que él “le salvó la vida”.