En Panamá, el presidente José Raúl Mulino ha anunciado que el Fondo Solidario de Vivienda no regresará en esta administración, pero se realizarán ajustes a la tasa de interés preferencial. En una entrevista con TVN, el presidente mencionó que se ha dialogado con la banca y la Cámara Panameña de Construcción sobre el tema de las hipotecas de interés preferencial.
El presidente busca impulsar el sector de la construcción y la economía del país, sin embargo, no se implementará un subsidio grande ni se restablecerá el Fondo Solidario de Vivienda, el cual generó un gran agujero financiero para el Estado. Además, el Estado aún tiene deudas pendientes con las inmobiliarias por el bono solidario de viviendas.
Mulino propone reducir el interés preferencial y señala que una casa de $180 mil no debería considerarse como una vivienda de interés preferencial. Sugiere que se debería bajar el rango de precio a $80 mil, lo cual considera más razonable. Aunque no ha especificado una fecha concreta, ni detallado el contenido del proyecto de ley que modificaría la actual norma de intereses preferenciales.
La posible modificación de esta ley podría tener repercusiones tanto positivas como negativas. Por un lado, dinamizaría la economía, pero por otro, afectaría a ciertos sectores de la población, especialmente a las familias de clase media que han comprado viviendas dentro del rango de $120,000 a $180,000. Esto podría resultar en un aumento significativo en el pago de sus mensualidades en un período más corto de lo esperado.
Algunos analistas financieros, como Marta Luna, explican que esta decisión podría impactar a los constructores y a los compradores, ya que llevaría a una concentración en la construcción de viviendas para el sector medio alto, dejando a la clase media y baja con menos opciones. Sin embargo, si la construcción se enfoca en viviendas de menor precio, podría haber una corrección en los precios del mercado inmobiliario.
Maycol Núñez, analista de inversiones, considera que la baja del interés preferencial no sorprenderá al mercado y no tendrá un efecto negativo en los sectores más vulnerables. Además, menciona que esto podría ayudar a equilibrar la oferta y la demanda en el mercado inmobiliario, permitiendo a los compradores acceder a viviendas a precios más asequibles.
En cuanto a la propuesta presentada en la Asamblea Nacional por la diputada Dana Castañeda, se plantea una modificación en los préstamos hipotecarios con interés preferencial, estableciendo restricciones para ciertos tipos de viviendas. La propuesta ha sido aprobada en primer debate y se espera su discusión en siguientes etapas legislativas.
En resumen, la reforma a la ley de interés preferencial en Panamá podría tener un impacto significativo en el sector inmobiliario y en la economía en general. Se espera que esta medida ayude a corregir la sobrevaloración en el mercado y a brindar oportunidades de acceso a la vivienda a un mayor número de personas.