El martes se solicitó una pena de prisión suspendida de 18 meses contra dos activistas de la CGT por cortes de energía en Burdeos durante las manifestaciones contra la reforma de las pensiones, un proceso criticado como “represión sindical”. El tribunal penal reservó su decisión hasta el 9 de enero. Estos dos empleados de Enedis, bajo control judicial, están siendo procesados ​​por recortes, parcialmente reclamados por la CGT Énergie, que afectaron a varios miles de clientes en Burdeos el 23 de marzo. El ayuntamiento, el tribunal judicial y el hospital Saint-André quedaron privados de electricidad. Para la fiscalía, este acto “expuso a los pacientes del hospital Saint-André a un riesgo de muerte o de lesiones”.

Los dos acusados, entre ellos el secretario departamental de la CGT Énergie Christophe García, están siendo procesados ​​en particular por daños agravados a la propiedad ajena durante una manifestación y por poner en peligro a otras personas mediante una violación claramente deliberada de una obligación reglamentaria de seguridad. “No exigimos que corten el hospital de Saint-André”, se defendió al frente Christophe García, asegurando que no era una de las personas que entraban en las centrales eléctricas para cortar el suministro eléctrico.

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El recorte «se hizo espontáneamente al inicio de la manifestación sin que el sindicato fuera consciente de ello», aseguró, mientras que la fiscalía consideró por su parte que estos recortes eran «un objetivo sindical premeditado», validado previamente en la asamblea general. «El derecho a manifestarse es fundamental (pero) esto no autoriza a los manifestantes a utilizar todos los medios posibles para doblegar a un gobierno», subrayó el fiscal Olivier Bonithon, explicando que no persiguió a la propia CGT por no hacer el «juicio al sindicalismo». ”.

Una elección criticada por el abogado defensor Jérôme Borzakian, que calificó a los dos acusados ​​de “pavos de farsa”, arriesgándose a un “doble castigo” debido a los procedimientos disciplinarios iniciados, según él, por Enedis. La señora Magali Bisiau, también en defensa, destacó por su parte la ausencia de quejas de pacientes que pudieron haber sido puestos en peligro. El abogado de Enedis, denunciando «sabotaje», exigió un euro simbólico de reparación para cada uno, mientras que el abogado del hospital exigió 5.000 euros de forma conjunta. Antes de la audiencia, varios cientos de personas con pancartas se manifestaron frente al tribunal en apoyo de los acusados. Estuvo presente el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, “que vino a decir basta de criminalizar la acción sindical”.