(Wellington) El primer ministro chino, Li Qiang, llegó el jueves a Nueva Zelanda, inicio de una gira que le llevará también a Australia para desarrollar las relaciones comerciales en un tenso contexto de seguridad en la región.
Este viaje de seis días, durante el cual Li Qiang se reunirá con sus homólogos de Nueva Zelanda y Australia, es la primera visita de un funcionario chino de este rango desde 2017.
En siete años, las relaciones de China con estos dos países han cambiado radicalmente.
China es el mayor socio comercial de Nueva Zelanda y a los consumidores chinos les gusta la carne, el vino y la leche neozelandeses.
Pero si bien Wellington ha sido durante mucho tiempo uno de los socios más cercanos de Beijing entre las democracias occidentales, las relaciones se han vuelto tensas en los últimos años entre los dos estados a medida que China ha tratado de expandir su poder militar y diplomático en el Pacífico.
También tiene previsto participar en la alianza militar Aukus, concluida entre Washington, Canberra y Londres, que China no ve con buenos ojos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, criticó en mayo el deseo de China de reforzar su presencia de seguridad en las islas del Pacífico, advirtiendo contra acciones que podrían «desestabilizar» o debilitar la seguridad regional.
«Nueva Zelanda y China están comprometidas en temas en los que tenemos intereses comunes, y hablamos franca y constructivamente sobre temas en los que tenemos diferencias», dijo Luxon el lunes. “Nuestras relaciones son importantes, complejas y sólidas. »
Su visita se produce después de las de varios funcionarios chinos de alto rango en los últimos meses. El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, realizó en particular una visita relámpago a la capital, Wellington, a principios de 2024.
También sigue al levantamiento por parte de Beijing de la mayoría de las barreras comerciales a las exportaciones australianas, incluido el carbón, la madera, la cebada y el vino.
Luego, China aumentó sus impuestos sobre muchos productos australianos, en particular el vino, la carne vacuna y la cebada.
La mayoría de estos recargos se eliminaron gracias al mejoramiento de las relaciones entre Beijing y Canberra desde que los laboristas llegaron al poder.
Sin embargo, en lo que respecta a la defensa, Australia está a favor de una estrecha alianza con Estados Unidos para contrarrestar la creciente influencia diplomática y militar de China en el Pacífico.