Tras las elecciones generales del 5 de mayo en Panamá, los partidos políticos del país están experimentando cambios significativos en sus estructuras internas y liderazgos. La victoria de una nueva estructura política en las elecciones ha llevado a los partidos tradicionales a reorganizarse y renovarse para adaptarse a la nueva realidad política del país.
El Partido Revolucionario Democrático (PRD), el Partido Panameñista y Cambio Democrático son algunos de los partidos que están en proceso de reformas internas. El PRD, por ejemplo, aprobó que su Comité Ejecutivo Nacional pusiera sus cargos a disposición del Directorio Nacional, con la elección de un CEN «transitorio» en el horizonte. Por su parte, el Partido Panameñista, liderado por José Isabel Blandón, ha convocado una convención extraordinaria para elegir a sus nuevas autoridades en marzo de 2025.
Cambio Democrático, por otro lado, ha completado su proceso de renovación directiva con la elección de Yanibel Ábrego como presidenta del partido. Este cambio de liderazgo busca revitalizar la posición del partido, que obtuvo solo el 11% de los votos en las elecciones pasadas. Otros partidos como Otro Camino, liderado por Ricardo Lombana, también están experimentando tensiones internas que plantean desafíos para su liderazgo.
Además, los partidos políticos en Panamá se enfrentan a la prueba de las reformas a la Caja del Seguro Social (CSS), un tema crucial en la agenda nacional. Según el analista político Javier Ordinola, el proyecto de reforma de la CSS será una prueba de fuego para los partidos de oposición en el país. Hasta el momento, solo los presidentes del Partido Panameñista y de Otro Camino han expresado su desacuerdo con la propuesta de reforma.
En total, Panamá cuenta con siete partidos políticos vigentes, y los próximos meses serán decisivos para definir los liderazgos internos de los partidos y su posición frente a las reformas a la CSS. Es fundamental que los partidos políticos se adapten a la nueva realidad política del país y encuentren maneras de responder a las demandas de la población de manera efectiva y coherente.