La misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO) anunció el miércoles 11 de octubre que había tomado “medidas enérgicas” contra las fuerzas de paz sospechosas de “faltas graves de conducta”. Según documentos internos de la MONUSCO, ocho cascos azules desplegados en Beni, en el este de la República Democrática del Congo, fueron arrestados el 1 de octubre y un oficial suspendido el día 8, en relación con un caso de presunta explotación y violencia sexual.

Todos pertenecen al contingente sudafricano de la fuerza de la ONU y pueden estar involucrados en lo que los informes internos describen como una «violación sistemática y generalizada» de las normas de la ONU contra la explotación y el abuso sexual. «Se ha contactado a la oficina de servicios de control interno y ya se han tomado medidas de precaución de acuerdo con la política de tolerancia cero del Secretario General de las Naciones Unidas», afirmó la MONUSCO el miércoles por la tarde en un comunicado de prensa.

Las medidas adoptadas «incluyen la suspensión, detención y confinamiento de las fuerzas de paz afectadas», añade la MONUSCO, que afirma que «condena enérgicamente este comportamiento que no es digno del personal de las Naciones Unidas».