El ex presidente Nicolas Sarkozy fue acusado el viernes 6 de octubre de 2023 por dos jueces de instrucción que lo interrogaban desde el martes en el marco de la investigación sobre posibles maniobras fraudulentas para exonerarlo de las sospechas de financiación libia de su campaña presidencial de 2007. El ex jefe de Estado ( 2007-2012), que llegó en coche hacia las 00:40 horas al tribunal judicial de París, fue acusado de encubrimiento de manipulación de testigos y de asociación delictiva con el fin de preparar un fraude judicial por parte de una banda organizada, indicó a la AFP una fuente judicial. El antiguo inquilino del Elíseo reaccionó inmediatamente a través de sus abogados, afirmando estar «firmemente decidido» a «defender su honor». «Nicolas Sarkozy está firmemente decidido a hacer valer sus derechos, establecer la verdad y defender su honor», escriben Jean-Michel Darrois y Christophe Ingrain en un comunicado enviado a la AFP.

Esta decisión abre la vía a un posible nuevo juicio contra la principal figura de la derecha francesa. Fue tomada después de unas treinta horas de interrogatorio en total durante tres días y medio, dirigidos por dos magistrados financieros responsables de esta investigación judicial abierta en mayo de 2021 sobre esta operación, denominada “Salvar a Sarkozy” por uno de los acusados.

Con esta acusación, los jueces quieren decir que creen tener pruebas suficientes, serias y consistentes sobre su participación en las maniobras desarrolladas por al menos otros nueve protagonistas implicados en distintos grados y momentos, posiblemente dándoles su aprobación. Entre los acusados, la reina de los paparazzi Mimi Marchand, el intermediario Noël Dubus, ya condenado por fraude, el poderoso empresario David Layani, etc. El proceso contra el financiero Pierre Reynaud, fallecido en mayo, ha concluido.

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El primer paso de la operación habría consistido en primer lugar en obtener la retractación de las acusaciones contra Nicolas Sarkozy por parte del intermediario franco-libanés Ziad Takieddine, a finales de 2020, a cambio de una posible remuneración. Este cambio de opinión dio lugar a una contundente entrevista en BFMTV y Paris Match, punto de partida de la investigación. Luego, en el primer semestre de 2021, algunos de los acusados ​​habrían intentado obtener pruebas de que el sonoro documento libio publicado entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales de 2012 por Mediapart y que mencionaba una financiación del orden de 50 millones de euros era falso.

Según la fuente judicial, Nicolas Sarkozy también fue declarado testigo asistido por el delito de participación en una asociación criminal con vistas a cometer el delito de corrupción activa de personal judicial extranjero en el Líbano. De hecho, algunos protagonistas de esta operación son sospechosos de haber intentado sobornar a los magistrados libaneses para que liberaran a un hijo de Gadafi detenido en este país, de modo que la familia del difunto dictador libio facilitara la exoneración de Sarkozy. Para los investigadores, según cifras recientemente establecidas, se podrían haber utilizado al menos 608.000 euros en toda la operación, cuyo contenido fraudulento cuestionan los protagonistas.

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Auditado en junio por investigadores de Oclciff, especializados en asuntos financieros, el ex presidente afirmó ciertamente haber sido informado por Mimi Marchand en octubre de 2020, es decir un mes antes de que la información fuera pública, de la voluntad de Ziad Takieddine de cambiar de versión. Pero según sus audiencias reveladas por Libération y consultadas por la AFP, Nicolas Sarkozy aseguró que «la sola idea de poder impulsar directa o indirectamente la financiación de los pies niquelados es una idea loca». “Ningún elemento material concreto, la telefonía, puede incriminarlo en esta locura, ni cerca ni lejos”, garantizó el exjefe de Estado.

Interrogado extensamente sobre su agenda y sus llamadas telefónicas de finales de 2020 y principios de 2021, que sugieren encuentros o conversaciones en momentos clave con los protagonistas del caso, Nicolas Sarkozy mencionó algunas «coincidencias», pero negó cualquier contacto significativo. Para él, “a toda esta pandilla sólo le preocupa lucirse unos a otros” fingiendo estar en contacto con él.

Esta decisión de los magistrados se suma a la ya ocupada agenda jurídica de Sarkozy, que estará en su bastión de Neuilly-sur-Seine el sábado por la mañana para promocionar su último libro Le temps des combats (Ed. Fayard). Además del juicio por financiación libia, previsto para principios de 2025, será juzgado en noviembre en apelación en el caso Bygmalion. El llamado caso “Bismuto” podría ser objeto de un nuevo juicio, por cuestiones procesales.