(Nueva York) El fabricante de aviones Boeing impugnó oficialmente las conclusiones del Departamento de Justicia estadounidense, que advirtió a mediados de mayo del riesgo de persecución penal por incumplimiento de un acuerdo firmado tras dos accidentes que dejaron 346 muertos.

El fabricante de aviones tuvo que responder a más tardar el jueves. Así se hizo, afirmó a la AFP una fuente cercana al asunto, sin más detalles.

Bloomberg informó que Boeing envió su respuesta el miércoles, negando cualquier violación. Contactada por la AFP el miércoles, Boeing se refirió a sus declaraciones del 14 de mayo: «Creemos que hemos respetado las condiciones de este acuerdo».

El fabricante se negó a comentar sobre sus comunicaciones con el Departamento de Justicia (DOJ), diciendo que «continúa entablando un diálogo transparente» con él. El ministerio tampoco quiso hacer comentarios.

En una carta enviada el 14 de mayo al juez de un tribunal federal de Texas, el ministerio consideró que Boeing “no había respetado sus obligaciones” previstas en el llamado acuerdo de procesamiento diferido (DPA, por sus siglas en inglés) firmado el 7 de enero de 2021 y vinculado a los accidentes de dos 737 MAX 8 en 2018 y 2019, debido a un problema de diseño.

Acusada de fraude en el proceso de certificación del 737 MAX –su avión insignia– Boeing acordó pagar 2.500 millones de dólares y se comprometió, entre otras cosas, a reforzar su programa de cumplimiento.

Pero el fabricante de aviones está aumentando sus problemas de producción y control de calidad, especialmente desde principios de 2023.

Ahora está rodeado por todos lados desde el incidente durante el vuelo del 5 de enero en un 737 MAX 9 de Alaska Airlines, en el que se soltó una puerta, una cubierta que bloqueaba una salida de emergencia redundante.

Un caso de más, que desencadenó auditorías e investigaciones por parte de reguladores, comités de justicia y parlamentarios. Este trabajo identificó problemas de incumplimiento en la producción y deficiencias en el control de calidad.

Tres de las cuatro familias de aviones comerciales que fabrica actualmente Boeing son objeto de investigaciones de la FAA por problemas de calidad: el 737, el 777 y el 787 Dreamliner.

El grupo anunció el jueves por la mañana un nuevo problema detectado en los Dreamliners en espera de entrega: sujetadores internos mal apretados en el fuselaje. “La flota en servicio puede seguir operando de forma segura”, aseguró.

La seguridad de los aviones Boeing prácticamente monopolizó la audiencia de casi dos horas que tuvo el jueves por la mañana Mike Whitaker, jefe del regulador de la aviación civil (FAA), ante el Comité de Comercio y Transporte del Senado sobre el tema de la supervisión del sector aéreo.

«Estos problemas son realmente preocupantes», señaló Maria Cantwell, presidenta demócrata de la Comisión, deplorando una «sensación de déjà vu».

Las familias de las víctimas de los dos accidentes –por un problema de diseño– los reclaman a gritos desde el principio, y más aún tras la serie de contratiempos del fabricante.

Whitaker, en el cargo desde octubre de 2023, aseguró que se habían tomado medidas inmediatamente después del incidente del 5 de enero, incluida la limitación de la producción del 737 MAX hasta que se restableciera la calidad.

El fabricante también tuvo que desarrollar, en colaboración con la FAA, un plan integral para lograrlo.

El regulador también desplegó, por primera vez, inspectores entre las líneas de montaje de Boeing y Spirit AeroSystems, que le suministra, en particular, fuselajes. Su objetivo es difundir 55, pero la escasez de personal cualificado dificulta la contratación, afirmó Whitaker.

El acuerdo de 2021 exigía que la supervisión de Boeing expirara después de tres años. Es el 7 de enero de 2024. El ministerio disponía entonces de seis meses para posicionarse y luego decidir si iniciaba o no el procedimiento.

Los familiares de las víctimas de los dos accidentes los han pedido desde el principio, y más aún desde la reciente serie de reveses.

Recibidos el 31 de mayo en el ministerio en Washington, expresaron sus «grandes temores» de que optara por un acuerdo de declaración de culpabilidad con Boeing, según un comunicado de sus abogados.

« Une simple transaction à l’amiable sans sanction ne remplirait pas » la « mission » du ministère « de rendre justice au grand public », ont-ils prévenu, réclamant l’ouverture d’un procès dans les 70 jours légaux suivant le 7 julio.

El ministerio se comprometió en mayo a comunicar su decisión al tribunal de Texas a más tardar en esa fecha.

El próximo paso difícil para el grupo: la muy esperada audiencia de su jefe Dave Calhoun el 18 de junio ante un comité de investigación del Senado, ante la cual cuatro denunciantes testificaron a mediados de abril.

Nombrado director ejecutivo a principios de 2020 para restaurar la situación después de los accidentes, Calhoun se vio arrastrado por la crisis actual y debe dejar su cargo a finales de año.