(Ottawa) Sin duchas, baños ni platos: la ciudad de Calgary, en el oeste de Canadá, ordenó el jueves un racionamiento extremo de agua para sus 1,4 millones de habitantes por tiempo indefinido, tras la rotura de una importante tubería de agua.

Al amanecer se envió una «alerta crítica de suministro de agua» a los teléfonos móviles de los residentes, advirtiendo que los niveles de agua habían «alcanzado un estado crítico» que afectaba a la capacidad de la ciudad para abastecer a la población y estar preparada en caso de incendio.

Implorando a hogares y empresas que conserven agua, el alcalde Jyoti Gondek recomendó “no ducharse, bañarse, lavar los platos ni lavar la ropa” hasta que se resuelva la situación.

En el barrio donde se produjo la ruptura, los vehículos deben circular entre los aguaceros que caen por las calles, mientras los vecinos reciben instrucciones de hervir agua para beber o cepillarse los dientes.

“Cada gota de agua contará hasta que se realice la reparación. Todos en la ciudad deben unirse”, dijo Sue Henry, directora de la agencia de gestión de emergencias de Calgary, en una conferencia de prensa.

La causa de la rotura de la tubería aún se desconoce, pero las reservas de la ciudad ya tienen dificultades para llenarse con normalidad, afirmó la ciudad, que estima que la reparación podría llevar «mucho tiempo».  

La provincia de Alberta se enfrenta actualmente a una importante sequía, pero el río Bow, del que Calgary extrae su agua, vio sus condiciones mejorar esta primavera, según las autoridades.