De vuelta en el mundo del rugby como director del club de Montpellier, Bernard Laporte habló el domingo por la noche durante el programa “Bartoli Time” de RMC Sport. Y el ex presidente del FFR, obligado a dimitir tras su condena por corrupción en primera instancia en el proceso Laporte-Altrad (recurrió, suspendiendo las penas), ha recuperado toda su franqueza.
Cuando se le preguntó si su nominación era probable que causara sorpresa, “Bernie” respondió: “Mi regreso molesta a los idiotas. Pero hay idiotas en todas partes y esos no me interesan”. Y por si no quedó lo suficientemente claro, le puso una segunda capa: “A los celosos y a los amargados, no les respondo, y sobre todo no los escucho. Es así de simple.»
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Bernard Laporte también recordó su situación jurídica. “Hay una ley en Francia. En Francia existe la presunción de inocencia. Estoy convencido de que no hice nada. Hay justicia y la respetaré pero la presunción de inocencia es la presunción de inocencia. Nada me impide hoy entrenar, trabajar en el rugby profesional. No veo por qué alguien debería culparme por nada mientras sea legal”.
Por último, no discutió el hecho de que firmó un contrato de tres años con el presidente del MHR, Mohed Altrad, mientras que el juicio de apelación está previsto para principios de 2025. ¿En caso de sentencia firme en apelación? “Tengo prohibido ser presidente de la Federación. Pero, por supuesto, podré permanecer en el puesto (en Montpellier)”, afirma. Declaraciones que corren el riesgo de no abogar a su favor ante los magistrados que tendrán que volver a juzgar su caso…