Debates sobre el envío de misiles Taurus a Kiev, drones ucranianos derribados por Rusia en Crimea… Le Figaro hace balance de la situación.

“La defensa aérea interceptó y destruyó cuatro misiles ucranianos sobre la península de Crimea”, dijo el sábado 6 de enero el Ministerio de Defensa ruso. La víspera, Moscú había asegurado que había frustrado un nuevo ataque con drones ucranianos contra la península y había informado de 36 drones ucranianos derribados la madrugada del viernes. Las huelgas han aumentado en ambos bandos en los últimos días, a pesar de que el conflicto dura ya casi dos años.

Este anuncio se produce después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hubiera aclarado unos días antes en una entrevista concedida al periódico británico The Economist que “Crimea y la batalla relacionada en el Mar Negro” se convertirían en “el centro de gravedad de la guerra”. Crimea, anexada en 2014 por Rusia, es una región clave para la logística de las fuerzas rusas que ocupan parte del sur de Ucrania. Este territorio es periódicamente objetivo de misiles y drones ucranianos.

El debate sobre la entrega de misiles de crucero Taurus a Kiev se está intensificando en Alemania, y varios políticos instan al canciller Olaf Scholz a dar su aprobación ante el bombardeo masivo de Ucrania por parte de Rusia desde principios de año. “La entrega de misiles Taurus a Ucrania debería haber tenido lugar hace mucho tiempo”, afirmó el sábado Sara Nanni, portavoz del grupo parlamentario de los Verdes, miembro de la coalición gubernamental del socialdemócrata Olaf Scholz.

“La protección más eficaz contra los ataques aéreos rusos es atacar objetivos situados en territorio ruso y en los territorios ocupados del este de Ucrania, desde donde Rusia lanza sus ataques”, estimó en una entrevista con el diario Rheinische Post. Sin embargo, Ucrania no tiene los medios hasta ahora, en particular porque Berlín le niega los misiles que Kiev pide desde hace meses, según sus palabras.