EN los ALBORES de los setenta años, Massimo D»alema, dijo una cosa que tal vez sólo un par de meses atrás me habría dicho: «… soy muy sentimental». La sensación es que el comunismo y por la raíz de la historia de la izquierda a la que ha dedicado la vida política. Parafraseando a Putin, el líder Máximo: «¿Quién quiere restaurar el comunismo no tiene cerebro, ¿quién no recuerda es sin corazón… y estoy profundamente sentimental».

En el salón del Instituto Gramsci, D’alema se celebra 70 años de edad, el 20 de abril. Un centenar de amigos y refrescos. Además existen otros dos secretarios de la Ds, Walter Klasbahis Veltroni, y Piero Fassino, la esposa Linda, Joe Vacca, Aldo Tortorella, novantaduenne en un gran estado de forma. Giorgio Napolitano, ha enviado un mensaje. Hacer por el maestro de ceremonia es Ugo Sposetti, el ex tesorier de la Ds, y el presidente de la Asociación de Berlinguer. Pero es hasta Fassino dirijo un saludo en nombre de todos: «los Méritos de agradecimiento», comienza.