Medio millón en lingotes de oro. Este es el dinero que Hardness Oppong se embolsó de la espalda de una anciana vulnerable a quien le robaron los ahorros de toda su vida. Si el torontoniano esperaba volver a salirse con la suya, fue sentenciado el martes a una dura sentencia de dos años de penitenciaría.

«Las intrusiones informáticas ilegales y los intentos de phishing por correo electrónico se han convertido en un flagelo en nuestra sociedad», afirmó el martes la jueza Silvie Kovacevich en el tribunal de Montreal.

Hardness Oppong pareció desconcertado durante la lectura de la sentencia. El hombre de 41 años incluso interrumpió al juez. “Pensé que tendría la oportunidad de hablar. Estoy muy confundido”, dijo. «Esa fue la última vez. Es demasiado tarde”, respondió el juez. El acusado optó por guardar silencio durante la presentación de sentencia.

El Ontarion se declaró culpable de un cargo de recepción de propiedad robada en noviembre pasado. En la práctica, sólo reconoce haber retenido los fondos sustraídos a la víctima, sin ser el autor del fraude.

La víctima, Jessica Ann Rochester, tuvo que vender la casa familiar en 2018 cuando su marido enfermó. Después de la venta, le pidió a su asesor financiero que la ayudara a invertir los 590.000 dólares. Al día siguiente, su asesor le envió un correo electrónico diciéndole que transfiriera los fondos a una cuenta.

Hardness Oppong supuestamente vive desde hace varios años con un salario por debajo del umbral de pobreza. Sin embargo, pudo pagar 100.000 dólares en un caso penal el año pasado. Según documentos judiciales, fue acusado en Ontario de defraudar a la ciudad de Burlington en 2019. Una estafa de 500.000 dólares. Sin embargo, la fiscalía retiró los cargos después de que Oppong devolviera 100.000 dólares.

Aparte de la admisión de culpabilidad del acusado, pocos factores atenuantes lo favorecían. Por el contrario, según el juez Kovacevich, las agravantes eran muy numerosas: riesgo de reincidencia, cuantía importante, vulnerabilidad de la víctima, premeditación y falta de remordimiento.

La defensa había intentado pintar un retrato muy positivo del acusado, destacando su implicación en la comunidad ghanesa de Toronto. Hardness Oppong organiza el festival GhanaFest, preside el Centro Comunitario Multicultural Canadiense de Ghana y dirige nueve organizaciones sin fines de lucro. Sin embargo, fue precisamente a través de una de sus organizaciones que el imputado cometió su delito, señaló el juez.

El señor Denis Trottier representó al fiscal y el señor Ferial Charef defendió al delincuente.