El Papa Francisco realizará una visita relámpago este domingo a Venecia, en su primer viaje fuera de Roma en siete meses. Francisco llegará en helicóptero a las 8 de la mañana a la prisión de mujeres de la isla de Giudecca, que alberga el pabellón de la Santa Sede en la 60ª Bienal de Arte Contemporáneo de Venecia. En este antiguo convento que acoge a mujeres condenadas a largas penas, el obispo de Roma, sensible al lugar de los marginados, se reunirá con las 80 internas y visitará la exposición que han montado junto a diez artistas.
Desde su visita a Marsella en septiembre de 2023, Jorge Bergoglio, de 87 años, ya no viaja. Una bronquitis le obligó a cancelar su viaje a Dubái en diciembre y su cada vez más frágil estado general le obligó a evitar viajar. Al viajar a Venecia por primera vez desde su elección en 2013, el Papa pretende tranquilizarse sobre su capacidad para ejercer su ministerio, algunas semanas después de las preocupaciones suscitadas por su ataque de fatiga durante las vacaciones de Semana Santa.
A continuación, el Papa se dirigirá a los jóvenes a las 10.00 horas, frente a la emblemática Basílica de Santa María della Salute, cuya majestuosa cúpula domina la entrada sur del Gran Canal, a dos pasos de la Plaza de San Marcos. Después de llegar a la famosa plaza a través de un puente temporal, presidirá una gran misa a las 11 horas en presencia de numerosos líderes políticos y religiosos. Saldrá de la Laguna a primera hora de la tarde para regresar al Vaticano.
La historia de la Serenissima está estrechamente ligada a la del papado. En el siglo XX, tres patriarcas de Venecia se convirtieron en Papas. Después de Pablo VI (1972), Juan Pablo II (1985) y Benedicto XVI (2011), Francisco es el cuarto Papa que visita la Ciudad de los Dux. La diócesis de Venecia es una de las más grandes de la península con 125 parroquias. Venecia es también uno de los raros patriarcados de la Iglesia latina.
La visita del Papa se produce el fin de semana en que se introduce una tarifa de entrada de cinco euros para los turistas de un día: como huésped, debería estar exento, pero los peregrinos no residentes estarán sujetos a ella. Tras este viaje, el jesuita argentino deberá realizar otros dos viajes al norte de Italia, a Verona en mayo y a Trieste en julio.
Esta visita se produce además cuando el Vaticano acaba de formalizar una ambiciosa gira papal a las fronteras de Asia y Oceanía en septiembre (Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur), el viaje más largo de su pontificado, que promete ser un desafío ambicioso. a nivel físico.