Le Figaro Niza
Un consejo municipal como ningún otro, el martes, en Niza. En estos tiempos marcados por un alarmante resurgimiento del antisemitismo, la presencia de la bandera israelí junto a los colores de Francia, Europa y Niza fue vista como una nueva señal del apoyo inquebrantable de la capital de la Riviera al respeto del país hebreo y de la Judíos de Francia. Al igual que la presencia de dos distinguidos invitados: Beate y Serge Klarsfeld, activistas antinazis y defensores de la causa de los judíos deportados en Francia.
Instalado detrás de Christian Estrosi desde el inicio de la sesión, la pareja, que como señaló el concejal “encarna una parte de la historia de nuestra ciudad”, no estuvo allí por casualidad. Su presencia se justificó por una deliberación apreciada por la mayoría: la creación de una filial local del Memorial de la Shoah en Niza en un edificio municipal situado en el número 22 del pasaje Meyerbeer. Un espacio de 400 metros cuadrados y 23 metros de altura dedicado al deber de la memoria a través de una exposición permanente dedicada principalmente a la historia judía durante la Segunda Guerra Mundial y la acción de los Justos. También se dedicará un gran apartado a la creación de recursos educativos y a la sensibilización de los escolares. La apertura al público está prevista para diciembre de 2025, una vez finalizadas todas las obras. Por lo tanto, el martes se trataba de aprobar la firma de un contrato de arrendamiento en beneficio de la Fundación Shoah Memorial.
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El convenio entre el Ayuntamiento y la fundación ya se había firmado el pasado 23 de enero. El contrato de arrendamiento a largo plazo tendrá una vigencia de 85 años. “Llevamos varios años trabajando en este tema, no estamos en la oportunidad del momento y de la tragedia”, insistió el alcalde Horizons a los funcionarios electos. Este trabajo amplía todo lo que siempre hemos hecho, no imaginábamos que la deliberación se presentaría en tales circunstancias. El antisemitismo no desapareció con los campos de concentración. Lo hemos visto con demasiada claridad durante el último mes. “Se ha difundido un discurso antisemita. Es odioso y preocupante”, añadió antes de dar la palabra al matrimonio Klarsfeld, “estos incansables cazadores de nazis”.
Gracias al apoyo de los sucesivos alcaldes, “se han marcado todos los lugares de memoria de la persecución de los judíos en Niza”, se congratuló Serge Klarsfeld. “París, Lyon y Niza son ciudades donde el odio antijudío de los nazis dejó más huellas en las calles y en las paredes. Niza es una ciudad que ha sufrido especialmente, por eso era importante ver allí una ampliación del Memorial de la Shoá”, afirmó con voz segura, refiriéndose a su “larguísima vida” y a algunos recuerdos dolorosos, hace 80 años. . En particular, la redada de la que escapó en Niza en 1943 gracias a un caché instalado por su padre en un armario. Como era de esperar, la deliberación fue adoptada por unanimidad por el consejo municipal.