Un centenar de personas entraron en el ayuntamiento de Saint-Étienne el martes 30 de mayo por la noche para exigir la renuncia del alcalde Gaël Perdriau, acusado en el caso del chantaje del sextape, informaron nuestros colegas de Progreso.

Al comienzo de la tarde, decenas de manifestantes se habían concentrado frente al ayuntamiento a la llamada del Comité Défaite. Este grupo se reúne frente al ayuntamiento en cada sesión del consejo municipal, durante nueve meses, para recordar el caso del sextape y sus últimas novedades.

Los manifestantes consiguieron entrar en el recinto sobre las 19.00 horas, antes de forzar las puertas del ayuntamiento mientras coreaban, sartenes en mano, “¡Perdriau dimite!”. En el lugar, la policía se despliega y repele a la multitud utilizando, en particular, gases lacrimógenos. Según Le Progrès, los manifestantes se habían detenido en el umbral de la sala del consejo.

La mayoría municipal condenó esta intrusión en un comunicado de prensa. “Entre 70 y 80 enmascarados armados con proyectiles invadieron la sala del consejo municipal (…) Un policía municipal resultó herido y se cometieron numerosos daños dentro del propio ayuntamiento (…) La ciudad de Saint-Étienne archivará una denuncia”, podemos leer.

Por su parte, el concejal de izquierda Pierrick Courbon, en la oposición, deploró una «triste imagen de nuestra democracia local como la del final de la sesión del Concejo Municipal de la jornada, investido por ciudadanos que protestan», al tiempo que declaró a desean «dar la palabra a los Stéphanois de manera democrática y pacífica para que finalmente puedan expresarse sobre la situación en la que está sumida nuestra ciudad desde agosto».

El alcalde de Saint-Étienne, el ex LR Gaël Perdriau, fue acusado en abril de “chantaje” por un video íntimo que comprometía a su ex diputado centrista. El chantaje se refiere al uso de un sextape rodado en enero de 2015 en el que podemos ver al centrista Gilles Artigues, su rival político, siendo masajeado por un hombre en una habitación de hotel en París.

Uno de los familiares del alcalde, Gilles Rossary-Lenglet, afirmó haber puesto en marcha esta operación a petición de Gaël Perdriau y su séquito con el objetivo de neutralizar al funcionario electo de centro. Gaël Perdriau nunca ha dejado de proclamar su inocencia ante las acusaciones de su exdiputado centrista, y ha repetido en varias ocasiones que no dimitiría.