Símbolo de un contexto económico y social difícil, los Restos du Cœur ya no son lo suficientemente “sólidos” para proporcionar alimentos a toda la población necesitada. En dificultades financieras, la asociación se resignó a reducir el número de beneficiarios de su ayuda alimentaria este invierno, afirmó el domingo su presidente. “Si no se hace nada, podríamos tener que cerrar dentro de tres años”, afirma.

“Hoy no somos lo suficientemente fuertes para absorber el flujo de personas que necesitan ayuda alimentaria”, explicó Patrice Douret, presidente de la asociación creada en 1985 por Coluche. Invitado al telediario TF1 el domingo, lanzó “un llamamiento a las fuerzas políticas y económicas de nuestro país” para “lanzar un plan alimentario de emergencia”. “No se nos escucha lo suficiente ni se nos toma en serio (…) pero los diques se están soltando”, declaró el director de la asociación en TF1.

“Es realmente desgarrador, pero vamos a tener que decir no masivamente a personas que podríamos haber acogido antes de la inflación y vamos a tener que reducir la cantidad de lo que damos a las personas que cumplen con nuestros criterios”, detalló Patrice. Douret a la AFP. Calcula que habrá que rechazar a unas 150.000 personas.

La asociación, que espera servir 170 millones de comidas este año, frente a los 140 millones en 2022, proporciona ayuda periódica a las personas necesitadas, en función de cuánto les queda de vida. Su importe subvencionable será revisado a la baja, afirmó Patrice Douret, sin dar cifras concretas. A pesar de esta medida, la asociación necesita 35 millones de euros adicionales para cerrar el ejercicio en equilibrio.

“Pedimos una movilización masiva de las fuerzas políticas y económicas de este país para ayudarnos a cruzar este camino”, declaró Patrice Douret, que también expresó su enfado. “Llevamos meses alertando al gobierno sobre esta situación, no nos han escuchado lo suficiente”.

Los Restos du Cœur, que aportan el 35% de la ayuda alimentaria en Francia, tienen un presupuesto operativo de unos 200 millones de euros al año. Recursos que proceden de donantes privados, empresas así como ayudas públicas del Estado y de la Unión Europea.