La oposición siria pidió el domingo la reanudación de las conversaciones con el régimen de Bashar al-Assad bajo la égida de la ONU, tras el regreso de Damasco al dominio árabe tras años de aislamiento.
“Los contextos internacionales y regionales” y la situación en Siria “son propicios para la reanudación de las negociaciones directas (…) en el marco de un programa y cronograma específicos”, estimó en un comunicado de prensa el Alto Comité de Negociaciones (HCN) que reúne a los principales representantes de la oposición al régimen sirio.
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Las negociaciones destinadas a resolver la crisis siria se han estancado desde la adopción en 2015 de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prevé, entre otras cosas, una nueva constitución y elecciones. Al final de una reunión de dos días en Ginebra, la HCN llamó a «apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas» para tomar las medidas necesarias para una «solución política integral», de acuerdo con esta resolución de la ONU.
En un contexto regional de acercamiento diplomático, la Liga Árabe reintegró en mayo al régimen sirio, condenado al ostracismo desde 2011 por la represión en 2011 del levantamiento popular desencadenado tras la Primavera Árabe y que degeneró en guerra civil.
El conflicto, que involucró a actores regionales e internacionales, se cobró alrededor de medio millón de vidas. Desde entonces, la oposición siria ha perdido gran parte de su influencia y del apoyo que disfrutaba de los países de la región.
Riad, que inicialmente apoyó a los grupos rebeldes sirios al comienzo del conflicto, ha restablecido sus lazos con Damasco. Turquía, el principal patrocinador de los rebeldes que controlan partes del norte de Siria, también ha mostrado signos de acercamiento con Bashar al-Assad. El HCN consideró que la reintegración del régimen al redil árabe conllevaba «el riesgo» de que el régimen rechazara cualquier solución política.
El 19 de mayo, la cumbre árabe, en la que participó el presidente Assad, subrayó la «necesidad de tomar medidas eficaces y eficientes para llegar a una solución» del conflicto en Siria.
En un discurso ante el Consejo de Seguridad a finales de mayo, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, consideró por su parte que la “nueva actividad diplomática” en la región desde abril “podría representar una oportunidad si es aprovechada”.