(Washington) Washington anunció el viernes sanciones económicas contra 12 directivos de la empresa rusa Kaspersky después de haber prohibido la víspera el uso de su software antivirus en Estados Unidos, acusando al gigante de la ciberseguridad de estar cerca de Moscú, lo que él niega.
Estas sanciones son una «respuesta a los riesgos actuales de seguridad de la información», dijo el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Estos 12 directivos de la compañía, responsables de desarrollo, recursos humanos e incluso comunicaciones, tienen congelados sus activos en Estados Unidos, así como los de las entidades que controlan directa o indirectamente. También tienen prohibido comerciar allí.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, enfatizó que «los productos y soluciones de ciberseguridad de Kaspersky brindan un amplio acceso a los archivos» en «las computadoras donde está instalado el software».
Sin embargo, añadió, «Kaspersky está sujeto a la jurisdicción, control o dirección del gobierno ruso, que podría explotar este acceso privilegiado para obtener datos sensibles, incluida información personal o eludir medidas de seguridad informática».
El portavoz advirtió que esto supone “un riesgo inaceptable para la seguridad interna de Estados Unidos o de […] los estadounidenses”.
Kaspersky es uno de los nombres líderes mundiales en seguridad de TI.
El jueves, el Departamento de Comercio dijo que a la empresa rusa ya no se le permitiría vender su software en Estados Unidos ni a ciudadanos estadounidenses en otras partes del mundo ni proporcionar actualizaciones de software que ya esté en uso.
Esta prohibición también se aplica a las filiales, subsidiarias y empresas matrices de Kaspersky Lab.
Kaspersky aún podrá realizar algunas actividades hasta el 29 de septiembre, para dar tiempo a los clientes a encontrar una alternativa.
Estados Unidos acusa a la empresa de estar cerca de Moscú, lo que ella niega rotundamente, afirmando haber «demostrado en numerosas ocasiones su independencia de cualquier gobierno» y afirmando que Estados Unidos ha «ignorado estas pruebas».
Kaspersky condenó en un comunicado una decisión “tomada en base al clima geopolítico actual y a los temores teóricos” que “beneficia al ciberdelito”. Ella se ha defendido durante años de tales sospechas.
La empresa también tiene previsto impugnar la decisión ante los tribunales.
El Kremlin, por su parte, denunció el viernes una “competencia desleal” por parte de Washington. Es “la técnica de competencia desleal preferida por Estados Unidos. Lo utilizan siempre”, criticó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
«Kaspersky Lab es una empresa muy competitiva a nivel internacional que en muchos sentidos supera a sus competidores», afirmó.
Tres entidades vinculadas a Kaspersky también fueron agregadas el jueves a una lista negra de Washington, “por su cooperación con las autoridades militares y de inteligencia rusas en apoyo de los objetivos de ciberespionaje del gobierno ruso”.
En marzo de 2022, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos había añadido productos, soluciones y servicios de seguridad proporcionados, directa o indirectamente, por Kaspersky a la “lista de equipos y servicios de comunicaciones que representan una amenaza para la seguridad nacional”.
Varios países europeos también han expresado su preocupación por este gigante de la ciberseguridad. Alemania recomendó, pocas semanas después de la invasión rusa de Ucrania, evitar el uso de sus servicios. Italia había abierto una investigación.
A finales de 2023, el gobierno canadiense decidió prohibir a sus funcionarios utilizar las herramientas de Kaspersky en sus teléfonos profesionales.
Sospechosa desde hace años por los países occidentales de colaborar –voluntariamente o por la fuerza– con las autoridades rusas, la empresa anunció a finales de 2020 que había completado la transferencia de los datos de sus clientes occidentales a su centro de datos en Suiza.
Kaspersky tiene oficinas en 31 países y clientes en más de 200 países y territorios, según el Departamento de Comercio de EE.UU., que dice que el grupo ofrece productos y servicios relacionados con la ciberseguridad a más de 400 millones de usuarios y 270.000 empresas.