A menos de una semana de su ansiado regreso a las canchas, Rafael Nadal recayó. Víctima de un “microdesgarro muscular” durante su regreso al torneo en Brisbane, donde quedó eliminado en cuartos de final, el español anunció este domingo su retirada del Abierto de Australia.
“Por el momento no estoy preparado para jugar partidos de cinco sets al máximo nivel de exigencia. Regreso a España para ver a mi médico, recibir tratamiento y descansar”, dijo en sus redes sociales. Seguramente el mallorquín esperaba algo más de su regreso tras un largo año de rehabilitación, marcado por dos operaciones.
Si el mallorquín se muestra “positivo sobre la evolución de la temporada” y asegura que su retirada “no es una mala noticia”, esta nueva lesión no tranquilizará a su afición.
Durante más de dos décadas, Rafael Nadal atormentó su cuerpo y sólo dominó el dolor y las lesiones gracias a su extraordinaria mentalidad, hasta abandonar en 2022, a pesar de una zurda que le hace sufrir desde hace 18 años, un 14º Roland-Garros, su 22º título de Grand Slam.
A mediados de mayo de 2023, en enero, se produjo una lesión en la cadera en la segunda ronda del Abierto de Australia, que le obligó a retirarse de su torneo favorito, Roland-Garros.
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El codo, el hombro, la mano y la muñeca izquierdas, la espalda, el antebrazo derecho (mientras juega con la mano izquierda), los abdominales, las costillas pero también las rodillas, los tobillos, el muslo… “Es un lesionado. persona que juega al tenis”, resumió su tío y entrenador histórico Toni Nadal en abril de 2019, según comentarios recogidos por el diario español Cinco Días.
Según su médico Ángel Ruiz, el jugador tiene una “genética maravillosa” que combina con una mentalidad sin igual y sobre todo con “una resistencia excepcional al dolor que sería un 9 en una escala de 10”.
“La mayoría de los jugadores se habrían retirado, él no”, insiste el médico en una entrevista publicada en junio de 2019 en el diario español El Mundo. En 2009, ingresó al US Open con un desgarro abdominal. “Como solo molesta el saque y no tanto el resto, jugué y perdí en la semifinal contra Del Potro. Pero el desgarro había pasado de 7 mm a 27 mm, fue un poco estúpido de mi parte”, comentó Nadal.
En 2014, casi con un agujero en la mano izquierda, debido a una enorme ampolla, se presentó en la semifinal del Open de Australia contra Roger Federer… al que venció en tres sets antes de perder en la final ante Stan Wawrinka.
En varias ocasiones las lesiones le mantuvieron alejado del circuito. Siempre, hasta entonces, había regresado. No sólo para jugar, sino para ganar.
Así, al final de la temporada 2008 sufrió una tendinitis en la rodilla. Se rindió en París-Bercy y renunció al Masters a finales de año. Todo esto para volver dos meses después, en el Open de Australia de 2009, y hacer llorar a Federer tras infligir una de las derrotas más amargas de su carrera tras un partido de 4h30. En semifinales, el español ya había luchado 5h14 para eliminar a Fernando Verdasco.
La primera pausa larga en su carrera llegó en 2012, cuando puso fin a su temporada tras una derrota en segunda ronda de Wimbledon, nuevamente por un dolor en la rodilla.
De regreso al circuito en febrero de 2013, ganó diez torneos ese año, entre ellos Roland-Garros y el US Open, además de cinco Masters 1000.
Pero su regreso más deslumbrante, porque es completamente improbable con más de 35 años, es el de 2022.
Eliminado por Novak Djokovic en las semifinales de Roland-Garros en la primavera de 2021, Nadal se enfrentó a un repentino despertar de dolores en su pie izquierdo, que padecía desde hacía años el síndrome de Müller-Weiss, una necrosis degenerativa del hueso escafoides que significa que un hueso del pie ya no se irriga normalmente y muere gradualmente. Esta enfermedad es “crónica e incurable”, en palabras del jugador que ha tenido que gestionarla desde los 18 años.
No volvió a jugar esta temporada y, tras dar positivo por Covid-19 en diciembre de 2021, afrontó la temporada 2022 con una preparación más que aproximada.
Ganador al inicio del torneo de Melbourne, siguió con una victoria fenomenal e histórica en el Abierto de Australia: remontando dos sets en la final contra Daniil Medvedev, elevó a 21 el récord de títulos de Grand Slam.
“Esta lesión impediría al 99% del ser humano moverse a la velocidad a la que se mueve”, afirmó el presidente de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte, el doctor Rafael Arriaza, al diario Voz de Galicia a finales de enero de 2022.
“Rafa golpea la pelota mucho mejor que antes, pero corre mucho peor que antes. Mientras los resultados estén ahí no siempre los vemos, pero para mí es extremadamente obvio. Y de repente, bajará tanto físicamente que ya ni siquiera le permitirá golpear como puede, y el descenso es rápido”, advirtió el francés Gilles Simon en una entrevista a la AFP el 9 de mayo de 2022.
En Indian Wells 2022, fue una fractura por estrés en las costillas la que probablemente le costó la final tras una victoria en semifinales contra el fenómeno Carlos Alcaraz.
“Creo que tiene un dolor inimaginable cuando se levanta por la mañana o cuando sale del campo y suelo decir eso cuando Rafa empieza a hacer muecas, decir que tiene dolor en alguna parte, para nosotros sería un pronóstico vital. .», según el exjugador francés Fabrice Santoro, ahora consultor de Prime Video.
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