Tsitsipas como jefe. Este domingo en la final de Montecarlo, el griego dominó claramente al noruego Casper Ruud, que se quedó fuera de la cita (6-1, 6-4). Stefanos Tsitsipas ofrece su tercer Montecarlo en tres finales disputadas.

La tierra batida monegasca es sin duda el jardín del número 12 del mundo, que, gracias a esta victoria, ascenderá a la séptima plaza del mundo a partir de este lunes. Autor de un comienzo de temporada desigual, el griego aprovechó esta semana en el Peñón para encontrar color, como en 2021 y 2022, donde ya había ganado. Después de Alexander Zverev, Karen Khachanov y Janik Sinner, es Casper Ruud quien sufrió la ley del diestro de 25 años bajo el sol monegasco. Ofensivo desde el principio, Tsitsipas rápidamente quebró a su oponente noruego, sorprendentemente febril y con fallas en su derecha. En 37 minutos, el primer set (6-1) ya estaba en el bolsillo del finalista de Roland-Garros 2021, que brilló por su movilidad y fluidez en el servicio-volea.

En la segunda ronda, Ruud (finalmente) igualó a su rival hasta 4-3. Precisamente durante este séptimo partido, de más de doce minutos de duración, el cabeza de serie número 10 desaprovechó su oportunidad. Tres puntos de quiebre fallidos, salvados por Tsitsipas, ilustraron la falta de eficiencia del noruego durante todo el partido (0/8 puntos de quiebre convertidos). Para el griego, en cambio, el primer punto de partido fue el acertado en un juego de vuelta, concluido con un último golpe de derecha.

Tumbado sobre la arcilla, Tsitsipas pudo saborear. Su temporada de 2024 en tierra batida ha tenido un buen comienzo, con un tercer título obtenido en Montecarlo en cuatro años.