El fabricante estadounidense de coches eléctricos Tesla ha iniciado la retirada de unos dos millones de vehículos en Estados Unidos por un riesgo relacionado con su sistema de conducción asistida. En una carta enviada el martes al grupo californiano, la Agencia de Seguridad en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) indica que, en determinadas circunstancias, la función de conducción asistida de los vehículos Tesla puede prestarse a un uso indebido, lo que conlleva un mayor riesgo de colisión.
Específicamente, la investigación encontró que es probable que el diseño del sistema cause “controles de uso y participación del conductor inadecuados”, “lo que puede conducir a un uso inadecuado del sistema”, dijo el miércoles un portavoz de la NHTSA. Si un conductor utiliza la asistencia al conductor de forma incorrecta, en malas condiciones o no reconoce si la función está activada, el riesgo de accidente podría ser mayor, explica la NHTSA.
Tesla, por su parte, reconoció en su informe informativo que los controles establecidos en su sistema de piloto automático “pueden no ser suficientes para evitar un mal uso por parte del conductor”, según el correo electrónico de la autoridad. Esta no es la primera vez que el “Autopilot”, el sistema de conducción asistida de Tesla, se ve implicado en accidentes. La NHTSA inició un proceso de evaluación en 2021 para investigar 11 incidentes que involucraron vehículos de primeros auxilios estacionarios y vehículos Tesla con el sistema de conducción asistida activado.
En consecuencia, y “sin estar de acuerdo con el análisis” de la NHTSA, Tesla decidió el 5 de diciembre iniciar “un retiro del mercado para una actualización de software”, explica la autoridad de carreteras. Los vehículos afectados son ciertos Model S producidos entre 2012 y 2023 y equipados con el sistema, todos los Model
Los vehículos recibirán una actualización remota, que debería comenzar a implementarse a partir del 12 de diciembre de 2023. Esto añadirá, en particular, alertas adicionales para animar a los conductores a mantener el control de su vehículo, «lo que implica mantener las manos en el volante», señala la autoridad. El grupo liderado por Elon Musk ya llevó a cabo el año pasado varias retiradas del mercado en Estados Unidos para modificar de forma remota software potencialmente problemático.