El ex presidente tunecino Moncef Marzouki, un virulento crítico del actual jefe de Estado Kaïs Saïed, fue condenado en rebeldía a ocho años de prisión por intentar “provocar desorden” en el país, informaron el viernes por la tarde medios locales. Esta sentencia fue pronunciada por la sala de lo penal del Tribunal de Primera Instancia de Túnez, según estas fuentes.
Moncef Marzouki, el primer presidente elegido democráticamente en Túnez tras la Revolución de 2011, residente en Francia, está siendo procesado en este caso tras unas declaraciones publicadas en las redes sociales, según los medios locales. Fue declarado culpable en primera instancia de intentar “cambiar la forma de gobierno”, “incitar a la gente a armarse unos contra otros” y “provocar desorden y saqueos” en el país, indicó la radio privada Mosaïque FM citando una sentencia judicial. fuente.
Contactado por la AFP, no se pudo localizar al portavoz de la fiscalía de Túnez.
A finales de 2021, Moncef Marzouki ya había sido condenado a cuatro años de prisión por “poner en peligro la seguridad del Estado en el extranjero” después de haber llamado, durante una manifestación en París, al gobierno francés a “rechazar todo apoyo” al presidente Saïed, a quien lo había acusado de haber “conspirado contra la Revolución”. Desde noviembre de 2021, también es objeto de una orden de detención internacional emitida por un juez tunecino poco después de que Kais Saïed pidiera investigar varios comentarios de Moncef Marzouki, calificado de “enemigo de Túnez”, y retirarle su pasaporte diplomático.
Tras el golpe de Estado del presidente Saïed en julio de 2021, que se atribuyó todos los poderes, Moncef Marzouki incrementó sus intervenciones en canales de televisión y redes sociales para pedir la destitución de un hombre al que califica de “golpista” y “dictador”. Opositor histórico a la dictadura de Ben Ali, entonces primer presidente de la posrevolución (2011-2014), Moncef Marzouki, de 79 años, simboliza desde hace tiempo la lucha por la democracia en Túnez, aunque su imagen se ha desdibujado debido, en particular, a su Controvertida alianza con el partido islamoconservador Ennahdha, gracias a la cual ganó las elecciones presidenciales, según los analistas.