Diez cuerpos de migrantes, «aparentemente nacionales del África subsahariana», fueron descubiertos en una playa al norte de Sfax, Túnez, epicentro de la emigración ilegal a Europa este año, según ha podido saber AFP de fuentes oficiales el domingo 6 de agosto. «Diez cuerpos han sido encontrados en las últimas 48 horas por unidades de guardacostas» en una playa al norte de Sfax (centro-este), dijo la Guardia Nacional en un comunicado.
Por su parte, el tribunal de Sfax fue informado del hallazgo de «ocho cadáveres, aparentemente todos subsaharianos, pero se están realizando análisis y toma de muestras para identificarlos», dijo a la AFP su portavoz, Faouzi Masmoudi. Fueron «encontrados entre el viernes y el sábado» en un momento de intensas tormentas y ráfagas de viento durante las cuales la embarcación en la que se encontraban podría naufragar, recordó el portavoz, que subrayó no haber sido informado del naufragio frente a Sfax.
Las víctimas también pueden haber salido de otro lugar al sur de Sfax, o de Mahdia o Zarzis, dos localidades ubicadas más al sur, dijo el portavoz. Del 1 de enero al 20 de julio se recuperaron 901 cadáveres de inmigrantes ahogados frente a las costas de Túnez, la mayoría de ellos de nacionalidad subsahariana. Durante el mismo período, otros 34.290 migrantes fueron rescatados o interceptados.
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Según la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), desde principios de año ha llegado a Italia un récord de cerca de 90.000 migrantes, cuyas costas más cercanas se encuentran a menos de 150 km de Túnez, en su mayoría de ese país, y el resto llegó de Libia El Mediterráneo central -entre el norte de África e Italia- es la ruta migratoria más peligrosa del mundo con más de 20.000 muertos desde 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Las salidas de subsaharianos se aceleraron en marzo y abril tras un discurso del 21 de febrero del presidente Kais Saïed denunciando la llegada de «hordas de inmigrantes ilegales» que, según él, habían «cambiado la composición demográfica» de Túnez. Cientos de migrantes irregulares habían perdido entonces sus trabajos informales o sus hogares, y se habían registrado decenas de ataques en el país.
