La Cámara de Comercio e Industria de Aix-Marsella-Provence y las asociaciones que representan a los empresarios de Marsella lamentaron el anuncio «de última hora» del cierre del metro por las tardes entre semana durante un período previsible de dos años, «fuente de «evidente preocupación» para los empleados.
Este anuncio de la Régie des transports métropolitains (RTM) del 27 de septiembre se justificó por la necesidad de automatizar la red de transporte público de la segunda ciudad de Francia, cuyo territorio es particularmente extenso (más del doble que París). Este cierre está previsto a partir de noviembre.
“Los recientes anuncios en la prensa, que informan de una interrupción total de los servicios en las dos líneas de metro a partir de las 21:30 horas de lunes a jueves, no pueden más que cuestionarnos en la forma, especialmente a pocos días de su implementación”, lamentó la CCI en una carta dirigida al presidente de la RTM el 29 de septiembre, de la que obtuvo copia la AFP.
Los firmantes de la carta – la CCI, la Federación de empresas del centro, la Confederación de pequeñas y medianas empresas, la organización profesional Umih y el Club Top 20 que reúne a los dirigentes empresariales – lamentan también que la decisión «n «no haya sido objeto de cualquier información o consulta previa con representantes del mundo económico.»
La RTM anunció la creación de un servicio de autobús de sustitución gratuito, con un paso cada 10 minutos, y los firmantes de la carta piden que se «medirá» la eficacia de los sistemas alternativos puestos en marcha. La Federación Nacional de Asociaciones de Usuarios de Transporte (Fnaut) también publicó un comunicado de prensa el miércoles 5 de octubre deplorando una “decisión brutal” y la ausencia de una “consulta previa”.
La mise en place de bus pour remplacer les métros, «ne nous paraît pas réalisable actuellement au vu du nombre de conducteurs nécessaires», a par ailleurs estimé la Fnaut, réclamant «des embauches supplémentaires» afin de ne pas «déshabiller la journée pour habiller la velada».
La red de transporte público no está gestionada por el municipio, liderado por una coalición de izquierda, sino por la metrópoli de Aix-Marsella-Provence, liderada por una mayoría de derecha. El anuncio de la RTM la semana pasada ya había despertado la ira del municipio, que consideró la decisión «completamente anacrónica». «Tenemos la impresión de que la metrópoli impone un toque de queda en Marsella», declaró la asistente de movilidad, Audrey Gatian.