La aplastante victoria del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, durante las elecciones celebradas a principios de junio en México, hace temer una deriva antidemocrática.
Los analistas temen que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, intente utilizar las considerables mayorías obtenidas por el partido en el Parlamento para aprobar reformas constitucionales que probablemente fortalezcan peligrosamente el poder ejecutivo.
Ryan Berg, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dice en un informe reciente que estas reformas podrían ser respaldadas incluso antes de que Sheinbaum asuma el cargo, lo que tendrá lugar en octubre, un mes después del mandato de los parlamentarios y senadores recientemente elegidos. .
Este período de un mes ofrece, según Berg, una “oportunidad perfecta” para el presidente López Obrador, quien presentó en febrero una reforma de 20 puntos que no pudo ser adoptada por falta de una mayoría suficiente en el Parlamento.
Aunque el recuento no está finalizado, los líderes de Morena dicen que han conseguido la “supermayoría” de dos tercios necesaria para las enmiendas constitucionales en la cámara baja y están cerca de ese umbral crítico en el Senado.
Entre las reformas propuestas figura la idea de garantizar la elección de los jueces del Tribunal Supremo, una medida que, según Berg, podría socavar la independencia del sistema judicial y exponer a los magistrados a una forma de «influencia política».
El líder populista, que perdió dos elecciones presidenciales antes de llegar al poder en 2018, ha denunciado durante mucho tiempo a la organización como una herramienta utilizada por la élite económica y política del país para frenar su ascenso y sus planes de redistribución de la riqueza.
A principios de año intentó reducir drásticamente los recursos del INE, lo que provocó importantes manifestaciones populares. Luego, los tribunales invalidaron el proyecto.
Tony Payán, especialista en México de la Universidad Rice en Texas, dice estar convencido de que el presidente López Obrador aprovechará el período en el que aún está en el poder para intentar aprobar las reformas que defiende y tratar de seguirlas para influir en el rumbo del país. .
La gran pregunta, señala Payán, es qué hará Claudia Sheinbaum ahora que sea elegida.
“Es difícil saber lo que quiere. Ella guardó gran silencio”, señala el académico.
Lors d’une conférence de presse, lundi, relayée par l’Agence France-Presse, la nouvelle présidente s’est bornée à dire qu’il y aurait une « large » discussion sur la réforme judiciaire défendue par son prédécesseur, sans se compromettre sobre el tema.
Juan Pablo Micozzi, politólogo radicado en México, cree que las advertencias sobre los posibles excesos antidemocráticos del país son en gran medida exageradas.
Es poco probable, señala, que la nueva presidenta cumpla resueltamente las exigencias de su predecesor después de obtener una contundente victoria con casi el 60% de los votos.
López Obrador es un “animal político” y nadie esperaba que “regresara tranquilamente a su tierra”. Sin embargo, no podrá imponer sus dictados a Sheinbaum, señala Micozzi, quien espera que ella pueda maniobrar si es necesario para evitar que se discutan y aprueben reformas demasiado controvertidas en el Parlamento durante el mes de transición.
La preocupación de los mercados financieros, alarmados por la magnitud de la victoria de Morena y los proyectos de reforma constitucional, ha provocado una marcada devaluación del peso que podría hacer reflexionar al nuevo presidente, añade el analista.
“Veamos qué dirección tomará el país bajo su liderazgo. Un abuso de poder es teóricamente posible, pero no creo ni por un momento que seamos testigos del nacimiento de una nueva tiranía, que el país se convierta en una nueva Venezuela”, señala Micozzi.
Tony Payán, por otra parte, advierte que las reformas constitucionales que se están estudiando corren el riesgo de hacer retroceder a México décadas, a una época en la que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) monopolizaba el poder elección tras elección.
“AMLO quiere devolverle este sistema a Morena. ¿Quién sabe cuánto tiempo tomará restaurar la democracia mexicana si tiene éxito? «, el Advierte.