Más de treinta toneladas de repuestos de automóviles fueron interceptadas e incautadas por la aduana francesa el 14 de abril en el puerto de Le Havre, según supo Le Figaro de una fuente familiarizada con el asunto. Las piezas, en su mayoría motores, ruedas y partes de la carrocería, estaban escondidas en un contenedor preparado para su exportación a Guinea.
En comunicado de prensa, la Dirección General de Aduanas y Derechos Indirectos indicó que el contenedor sospechoso había sido interceptado por agentes de la brigada de vigilancia de contenedores. Las mercancías, una vez pasadas por el escáner, eran inspeccionadas minuciosamente por los funcionarios de aduanas. Luego notaron el aspecto «muy usado» de la carga, víctima de «fugas de aceite pesado». La unidad también carecía del certificado de control de la contaminación.
Estas observaciones llevaron a los funcionarios de aduanas a incautar todos los documentos. Consultado, el Centro Nacional de Transferencias Transfronterizas de Residuos (PNTTD) confirmó que el traslado de la carga fue ilegal, al no haber sido notificada su exportación a las autoridades francesas. Se planteó un delito por “intento de contrabando de residuos” contra la empresa exportadora. Resultó estar en liquidación.
La Dirección General de Aduanas y Derechos Indirectos recordó que está prohibida la exportación de residuos a países que no cuenten con capacidades adecuadas de reprocesamiento. En 2021, la aduana francesa interceptó más de 4600 toneladas de residuos que intentaban cruzar ilegalmente las fronteras de Francia.