Le Figaro Burdeos
Tres parejas de veraneantes y sus nueve hijos, el menor de los cuales tenía solo un año, fueron sorprendidos este lunes por el mar frente a la Duna de Pilat. De vacaciones con unos amigos en Cap Ferret, habían alquilado allí un barco de nueve metros para navegar en el Banc d’Arguin y hacer un picnic en el famoso montículo a la entrada de la cuenca de Arcachon. Si la travesía fue tranquila a la ida, más complicada fue la vuelta. Partiendo cuando la marea bajaba, los visitantes de verano vieron cómo su barco se atascaba en un banco de arena. “La zona fue mapeada con dos metros de profundidad, incluso con marea baja”, explica Philippe, uno de los padres a bordo, a modo de disculpa.
La tripulación, que incluía a tres titulares de licencias de embarcaciones, no tuvo miedo. «La empresa de alquiler nos había dado un bote para 20 personas con la mayor cantidad de chalecos salvavidas, nos sentimos completamente seguros», dice Maxence, otro papá. Después de intentar empujar el barco una tonelada para volver a ponerlo a flote, los turistas terminaron emitiendo un SOS, especialmente cuando se acercaba una tormenta. “Dudamos en esperar en la cabaña a que subiera la marea para salir, cosa que habríamos hecho si hubiéramos estado solo entre adultos. Pero con los niños, preferimos avisar a los rescatistas por precaución”, continúa Philippe, que navega desde hace más de veinte años. El único problema, los equipos de rescate en el mar (SNSM) no pudieron alcanzarlos por mar a riesgo de encontrarse ellos también atascados.
Y aquí es donde la fortuna sonrió a los náufragos. Un helicóptero militar, contratado por el Centro Operativo Regional de Vigilancia y Salvamento (Cross) de la Zona del Atlántico Sur, ya sobrevolaba el Banc d’Arguin, buscando a un buzo desaparecido el día anterior -que no ha sido encontrado. En dos viajes, la Fuerza Aérea Raffut transportó por aire a los turistas para dejarlos seguros en la base aérea de Cazaux.
“Tuvieron suerte, la marea era bastante favorable. No debería haber ocurrido más tarde en la noche”, analiza el capitán de fragata Alban Simon, portavoz de la prefectura marítima del Atlántico. Antes de precisar: “Hay que estar muy atentos en esta zona donde las arenas se mueven. No es la primera vez que esto sucede».
Si es necesario favorecer una llamada al 196 en caso de socorro en el mar para ser inmediatamente geolocalizado por la Cruz, el Oficial Naval recuerda sobre todo que es imprescindible prepararse bien para sus salidas al mar, consultando los horarios de mareas y corrientes. “Incluso cuando conoces un área, puedes sorprenderte. Debemos estar extremadamente atentos”, concluyó.