El marchante de arte alemán Serop Simonian, considerado uno de los principales vínculos del tráfico internacional de antigüedades investigado en París, fue entregado a Francia, acusado y encarcelado, indicó el martes 31 de octubre la fiscalía, confirmando informaciones de Le Monde.

Serop Simonian, nacido el 1 de enero de 1942 en El Cairo (Egipto) y procedente de una familia de comerciantes de antigüedades en Hamburgo (Alemania), era objeto desde el 20 de agosto de 2020 de una orden de detención europea emitida por uno de los jueces de instrucción encargados de las investigaciones sobre este tráfico.

Entregado por Alemania, Serop Simonian fue acusado el 15 de septiembre de fraude y blanqueo de dinero organizado en bandas, así como de asociación delictiva o delictiva, detalló la fiscalía. Fue puesto en prisión preventiva. Su abogado, el maestro Christophe Ingrain, no quiso reaccionar.

En esta investigación judicial abierta en 2020 tras dos años de investigación preliminar, al menos otras ocho personas están imputadas. Entre ellos se encuentran una pareja de galeristas parisinos, Christophe Kunicki y Richard Semper, el ex presidente y director del Louvre Jean-Luc Martinez y un ex ejecutivo de la Agencia de Museos de Francia, Jean-François Charnier.

Serop Simonian es sospechoso, en particular, de haber vendido, junto con Christophe Kunicki y otro galerista alemán, Roben Dib, en 2017 al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York el sarcófago egipcio del sacerdote Nedjemankh por 3,5 millones de euros, según la investigación. documentos consultados por la AFP.

La obra, saqueada durante la revolución de 2011 y acompañada de un permiso de exportación falso fechado en 1971, fue devuelta a Egipto. Serop Simonian también está acusado de haber vendido al Louvre Abu Dabi “al menos dos objetos arqueológicos por valor de seis millones de euros” en 2014 y 2015 con la complicidad de Christophe Kunicki y Roben Dib.

Estos dos objetos, un retrato de un hombre que data del 225 al 250 a. C. y el sarcófago de la princesa Henouttaouy, proceden “probablemente del saqueo de un sitio arqueológico egipcio” y fueron “probablemente obtenidos de forma ilícita”. Según Le Monde, la familia Simonian vendió “siete piezas de procedencia problemática, por un importe de 50 millones de euros” al Louvre Abu Dabi entre 2014 y 2018.

En este caso, la Jurisdicción Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado (Junalco) y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC) buscan determinar responsabilidades en la venta de cientos de antigüedades producto del saqueo en países del Cercano Oriente. y Medio Oriente inestable por la Primavera Árabe.