Ármate de paciencia: si el fin del cierre de tres de los seis carriles del túnel Louis-Hippolyte-La Fontaine está previsto para el otoño de 2026, es probable que los obstáculos continúen hasta 2027 en esta infraestructura sensible que une Longueuil y Montreal .

Así lo confirmó el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (MTMD) el viernes, en reacción a las revelaciones de La Presse ese mismo día. Como hemos informado, el gobierno no podrá realizar las obras en el segundo tubo este verano, como estaba previsto.

Todo tendrá que esperar hasta la primavera de 2025. Todo el proyecto, incluidos los dos tubos, deberá posponerse casi un año. La eliminación de los obstáculos en las carreteras, es decir, el cierre de tres de los seis carriles, no se producirá hasta el otoño de 2026, aunque así se prometió en noviembre de 2025.

En un comunicado de prensa, el MTMD precisa, sin embargo, que “las obras de finalización que requieran cierres parciales” “se llevarán a cabo hasta 2027”. “La reparación de las losas de la autopista 25 y del enlace de Souligny va según lo previsto y debería estar terminada en el otoño de 2025”, añade el ministerio.

Este último cita varios factores para justificar estos aplazamientos, la mayoría de los cuales ya han sido revelados en nuestras páginas, incluidas las torres de ventilación “más dañadas de lo esperado”. “Es necesario rehacer completamente la cubierta, lo que incluye en particular el diseño, fabricación e instalación de 128 paneles móviles y 32 piezas que componen los cortavientos”, se lee.

También habrá que realizar varias obras en las estructuras de las torres, y “debe completarse todo para transferir el tráfico al otro tubo, teniendo que estar operativa la ventilación por razones de seguridad”, insiste el gobierno.

En el tubo en dirección sur, “el retraso en la ejecución se debe más precisamente a “la avería de los equipos utilizados para hormigonar la bóveda del túnel, lo que obligó al ajuste preventivo de todas las herramientas de encofrado”. La escasez de mano de obra y el moho descubierto en un corredor de servicios hace unos meses se suman, como se mencionó, a todos estos factores.

Quebec dice que es «consciente de que la duración prolongada de las obstrucciones tendrá importantes repercusiones para los ciudadanos, los usuarios de las carreteras y las empresas de la región metropolitana». «Sin embargo, el trabajo es esencial para preservar este enlace de transporte crítico», ofrecemos a modo de justificación.

Por lo demás, las medidas de mitigación del transporte público (principalmente los lanzaderas especiales creadas) se mantendrán mientras duren los obstáculos importantes. Desde noviembre de 2022 hasta abril de 2024, se realizaron 1,05 millones de viajes en estos transbordadores.

En mayo de 2024, poco más de 61.000 vehículos circulaban diariamente por el túnel Louis-Hippolyte-La Fontaine. Esto es la mitad que en julio de 2020, antes del inicio de la importante renovación, cuando lo utilizaban unos 120.000 coches.