Decenas de manifestantes reunidos en Estambul para celebrar el 1 de mayo fueron detenidos el miércoles por la policía, constataron periodistas de la AFP. Los primeros altercados estallaron cuando los manifestantes intentaban romper las barreras policiales para llegar a la emblemática plaza Taksim, epicentro de las protestas en el corazón de la megalópolis turca. Estambul fue sitiada por las fuerzas de seguridad que bloquearon el corazón de la principal ciudad de Turquía.
Más de 42.000 agentes de policía han sido desplegados en la megaciudad, advirtió el martes el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, denunciando de antemano «organizaciones terroristas (que quieren) hacer del 1 de mayo un campo de acción y propaganda». Desde las orillas del Bósforo hasta la histórica península de Sultanhamet y el Palacio de Topkapi, barreras metálicas bloquean todo paso, el transporte público, incluidos los ferries, está paralizado, atrapando a los turistas angustiados que arrastran sus maletas bajo un cielo sombrío.
Desde primera hora de la mañana, mientras los manifestantes se reunían en el barrio de Besiktas para celebrar el 1 de mayo, estallaron incidentes con la policía y varias decenas de personas fueron llevadas sin contemplaciones en furgonetas policiales. También se impidió el desarrollo de otra manifestación, convocada frente al municipio de Estambul por el alcalde de la oposición, Ekrem Imamoglu, y su partido, el CHP.
S’exprimant au côté du maire, largement réélu le 31 mars, le président du CHP, première de l’opposition au parlement, Özgür Özel a promis de «ne pas abandonner» : «Nous poursuivrons nos efforts jusqu’à ce que Taksim soit libre». “Taksim pertenece a los trabajadores”, declaró, dirigiéndose luego a la policía: “estos trabajadores no son vuestros enemigos. Nuestro único deseo es que este día se celebre como festivo. No queremos conflictos”.
Las reuniones ya no están autorizadas en la plaza Taksim, que se ha convertido en el epicentro del desafío al poder de Recep Tayyip Erdogan desde la ola de protestas que sacudió el país en 2013. Pero las organizaciones sindicales y políticas llaman periódicamente a sus miembros a converger allí. El martes por la noche, el jefe de Estado denunció «las organizaciones terroristas que quieren hacer del 1 de mayo una herramienta de propaganda» y advirtió a los sindicatos y partidos políticos contra «cualquier acción que dañe la atmósfera del 1 de mayo».