Turquía “continuará intensificando sus operaciones contra los combatientes kurdos del PKK en Siria e Irak”, anunció el miércoles 11 de octubre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

«Ya hemos intensificado nuestras operaciones aéreas y continuaremos demostrando a los terroristas que podemos destruirlos en cualquier lugar y en cualquier momento», insistió el jefe de Estado, que ha lanzado una serie de bombardeos desde el 1 de octubre, en represalia por un ataque que hirió a dos policías en Ankara y fue reivindicado por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Erdogan estimó el lunes por la tarde que Turquía había completado «con éxito» la «primera fase» de su campaña de bombardeos y sugirió que Ankara continuaría «llevando a cabo operaciones» en el norte de Siria e Irak.

Él mismo dio el lunes -y lo reiteró el martes por la noche- el balance de «192 objetivos destruidos» y «162 terroristas asesinados», miembros del PKK y sus aliados de las YPG, las Unidades de Protección Popular, aliados de los estadounidenses en la lucha contra el yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).