El proceso contra un gendarme del GIGN, acusado de haber matado involuntariamente a un joven de 22 años durante una intervención relacionada con robos, comenzó el lunes 19 de febrero ante el tribunal penal de Pas-de-Calais. Alexandre B., jefe de grupo del GIGN de ​​Reims, está siendo procesado en Saint-Omer por “violencia cometida por un titular de autoridad pública que provocó la muerte sin intención de provocarla”.

Es el autor del disparo mortal en el cuello de Henri Lenfant, de 22 años, durante una detención el 21 de septiembre de 2018. “Actué. Hice mi tiro. Pero mi deseo no era matar a la persona sino salvar mi vida”, lamentó frente a los quince familiares de la víctima, algunos de los cuales lloraban.

El gendarme, uniformado en el banquillo de los acusados, era uno de los soldados llamados como refuerzo a Arras para investigar los robos organizados por bandas durante los viajes nocturnos. La tarde del 21 de septiembre de 2018, su equipo intentó detener a tres personas en un BMW, según relató el presidente del tribunal penal. Mientras los pasajeros lograban escapar, el conductor, Henri Lenfant, permaneció al volante con el motor apagado.

La policía intenta sacarlo del vehículo, pero él se niega a salir. Del lado del pasajero, con la puerta abierta, Alexandre B. tira del freno de mano, se arrodilla en el asiento del pasajero e intenta, en vano, quitar las llaves del contacto. Henri Lenfant vuelve a arrancar el coche y acelera de repente mientras intenta empujar al gendarme fuera. Alexandre B., todavía arrodillado en el asiento del pasajero, con las puntas de las piernas en el aire, insiste en permanecer en el vehículo.

Sintiéndose en peligro, saca su arma y dispara. La bala se alojó en el cuello del joven que falleció alrededor de las 4 de la madrugada. El presidente del tribunal penal destacó que los acusados ​​eran muy violentos, con comportamientos peligrosos, dispuestos a todo para escapar de su arresto.

Los gendarmes habían sido conducidos hasta estos miembros de un campo de nómadas, del que Henri Lenfant era miembro, gracias a los vehículos utilizados durante los robos. Durante el juicio de cuatro días, el tribunal penal trabajará para determinar si el tiroteo fue legítimo o no. El gendarme corre el riesgo de recibir hasta 20 años de prisión.