Una bomba escondida en una jaula para gatos para cruzar la frontera y matar a un famoso defensor de la guerra en Rusia: los servicios secretos ucranianos utilizan asesinatos selectivos contra su enemigo ruso, afirmó el lunes el Washington Post en una larga investigación.

El diario estadounidense escribe en particular que Kiev está efectivamente en el origen del atentado de agosto de 2022 cerca de Moscú, en el que murió Daria Douguina, ardiente defensora de la ofensiva contra Ucrania e hija del autor ultranacionalista Alexander Dugin.

El coche en el que murió esta mujer de 29 años había quedado atrapado por una bomba procedente de Ucrania, que había cruzado la frontera un mes antes, escondido en una caja para transportar los gatos de una madre y su hija de doce años. según fuentes anónimas citadas por el Washington Post. Esta mujer alquiló entonces un apartamento cerca de la casa de Alexandre Duguine, el objetivo, pero este último subió a otro coche el día de la explosión.

Acusada por Moscú, Ucrania negó cualquier implicación en este ataque que conmocionó a Rusia. Pero la implicación ucraniana ya había sido filtrada por fuentes estadounidenses citadas por el New York Times en octubre de 2022. Kiev ha llevado a cabo estas operaciones de asesinato selectivo en varias ocasiones, subraya el Washington Post, citando fuentes ucranianas y estadounidenses.

El periódico informa que en julio un ex comandante de un submarino ruso fue asesinado a tiros por los servicios ucranianos en el sur de Rusia. Y que toda operación similar sea aprobada por el presidente Volodymyr Zelensky. Los servicios secretos ucranianos que llevan a cabo estas operaciones, el SBU y el GUR militar, han sido entrenados, equipados y asesorados durante años por la CIA, señala el Washington Post.

Según el periódico, la agencia de inteligencia estadounidense proporcionó equipos de comunicaciones y de espionaje electrónico, uniformes falsos a los separatistas prorrusos e incluso participó en la construcción de oficinas del GUR. Pero esta asistencia extremadamente amplia de la CIA en Ucrania estuvo acompañada de la desconfianza estadounidense hacia operaciones muy audaces de los servicios ucranianos, como la contra el puente estratégico que une la Crimea ocupada con Rusia, según fuentes del Washington Post.