«Suponemos que una madre que se queda en casa puede estar mejor en casa cuidando a sus hijos». La sentencia fue difundida el lunes por la tarde en el hemiciclo de la Asamblea Nacional, en medio de una discusión sobre el proyecto de ley de “pleno empleo”. Bajo las burlas de sus colegas macronistas y de izquierda, su autora, la diputada de la Agrupación Nacional (RN), Jocelyn Dessigny se apresuró a añadir «si ella quiere».
“Si ella lo desea, es mejor que se quede en casa cuidando a sus hijos que enviarla a un centro donde tendrá que realizar quince horas de actividad”. El electo de Aisne reaccionó a una de las medidas emblemáticas de la ley: el establecimiento de un mínimo de actividades para los beneficiarios de la renta activa solidaria (RSA).
Sin demora, los diputados de la mayoría presidencial compartieron la secuencia en las redes sociales, mostrando su indignación. “Debajo del barniz, lo rancio”, protestó X Olivier Véran, portavoz del gobierno. Y añadió “A los que piensan que la ultraderecha ha cambiado…”. La misma protesta de Sacha Houlié, diputado del ala izquierda de la mayoría: “Ejemplo diario del engaño de un partido de extrema derecha que se dice “feminista” porque presenta a una mujer en las elecciones presidenciales”. La diputada del Renacimiento por Yvelines, Nadia Hai, dijo: “¡Escandaloso!”.
Levantamiento apoyado por Laure Miller, macronista electa del Marne, en X: “A veces, lo natural vuelve al galope”. La Ministra responsable de la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Bérangère Couillard, reaccionó a la polémica este martes por la mañana declarando que «una mujer no necesita recibir una orden judicial para quedarse en casa, gracias señores…».
Sola a la ofensiva, la mayoría presidencial parece incluir estas denuncias en una respuesta más amplia contra la Agrupación Nacional, liderada por una veintena de diputados del Renacimiento. A su cabeza está Laure Miller, elegida en enero en Marne durante unas elecciones legislativas parciales contra un candidato de la RN y origen del «grupo de trabajo anti-RN» ideado en abril.
Contactada por Le Figaro, Jocelyn Designy evoca una “pseudopolémica” montada por la ex ministra y ahora vicepresidenta del grupo Renacimiento Nadia Hai, “que ni siquiera estaba presente en el hemiciclo en ese preciso momento”. “En mi discurso está todo dicho, sólo hay que escucharlo íntegro”, añade el diputado frontista.
Esta no es la primera vez que Jocelyn Designy es acusada de sexismo. Ya en junio, el diputado frontista había llamado “pescadera” a la líder de los diputados del Insoumis, Mathilde Panot. Lo que le valió un “llamado al orden con anotación en acta” desde la presidencia de la Asamblea. La sanción suponía automáticamente “la privación, durante un mes, de una cuarta parte de la asignación parlamentaria asignada al diputado”.