Un Lamborghini está estacionado frente a la Corte de Apelaciones: precio de remate, 160.000 euros. El martes se llevó a cabo en el histórico juzgado de la capital una subasta de bienes incautados en casos de narcotráfico. A primera hora de la tarde, la amplia sala de “juicios mayores”, construida para audiencias excepcionales como la del 13 de noviembre, está repleta y “más de 11.000 personas” están registradas en las plataformas de venta online, precisa un organizador.

Las mercancías se suceden hasta el n°25, el Lamborghini blanco estacionado frente al edificio. No encuentra comprador y el precio baja hasta los 120.000 euros. En la sala, un hombre al teléfono levanta la mano, un surfista oferta de inmediato: 122, 123, 124, los dos compradores están discutiendo hasta 138.000 euros. «¡Juzgado!» El usuario gana.

Los 277 lotes del catálogo que hojean los participantes tienen un precio total de casi 700.000 euros. Todos ellos fueron incautados por los tribunales a personas sospechosas o condenadas por tráfico de drogas, considerándose adquiridas con el dinero de los delitos. Zapatillas, bolsos y carteras de Gucci, Yves Saint-Laurent y Vuitton se exhibieron a primera hora de la mañana, bajo las bóvedas de la Salle des Pas Perdus.

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Una modelo vestía un pijama de seda de Dior, a juego con un sombrero de pescador y unas sandalias; se presentó mobiliario, un quad, una bicicleta, videoconsolas y aspiradoras. En una sala del tribunal contigua había una fila de zapatos Louboutin y vitrinas que contenían relojes Rolex, joyas y monedas de oro. Esta es la “primera” subasta para Claudio, de 67 años. «J’ai du temps», raconte cet ancien chef d’entreprise qui n’a pas souhaité donner son nom, «il y a des choses de luxe et qui sortent de l’ordinaire, je suis venu les voir et pourquoi pas les comprar». Su presupuesto máximo: “30, 40.000 euros”.

Catherine es una habitual de este tipo de rebajas. Ahí, “es por curiosidad, por el lugar y luego hay lotes interesantes”, explica esta jubilada de 69 años, que tampoco dio su nombre. En cuanto al objeto de la venta, «no hay razón para que el Estado no se recupere», cree. La venta es organizada por la Agencia para la Gestión y Recuperación de Bienes Incautados y Decomisados ​​(Agrasc), que gestiona los bienes incautados por los tribunales desde 2011, así como por la Dirección Nacional de Intervenciones del Estado (DNID).

Las sumas recaudadas deberán ser donadas a la misión interministerial de lucha contra las drogas y las conductas adictivas (Mildeca). Agrasc organiza regularmente ventas, pero esta es una «primicia» en un «lugar de justicia», indicó su gerente general, Nicolas Bessone. El Lamborghini fue «confiscado por el tribunal de Lorient», explicó, refiriéndose a una persona, desde sentenciada, que «se comunicaba mucho en las redes sociales y que tenía signos externos de riqueza bastante significativos».

Esto llamó la atención de los investigadores y “nos dimos cuenta de que estaba en el blanqueo del narcotráfico, compraba vehículos de lujo que revendía”, agregó Nicolás Bessone. Cada vez se incautan más bienes criminales: en 2022 estaban valorados en 770 millones de euros, un nuevo récord, según Cancillería. El Ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, realizó una breve visita al lugar, acompañado por el Ministro Delegado encargado de las Cuentas Públicas Gabriel Attal.

“Este dinero del crimen se usará para combatir a los narcotraficantes y ayudar a los drogadictos”, dijo el Guardián de los Sellos, quien asegura querer seguir “desarrollando” Agrasc. Al final, la venta en París recaudó 1,28 millones de euros, dijo Agrasc al final del día. A ello se suman unos 185.000 euros de otras ventas (barcos, vehículos) en el exterior en los últimos días, por un total de 1,46 millones. En 2022, Agrasc vendió bienes muebles por 15,9 millones de euros y se confiscaron definitivamente inmuebles por un valor bruto de 35,2 millones.