El primer entrenamiento con casullas, este martes en Capbreton, marcó la pauta. El derrotado Murrayfield perdió mucho. En credito. Y su lugar. Solo el joven tercera línea del Stade Rochelais, Paul Boudehent, salvó la cabeza. El campeón de Europa ha sido, es cierto, convincente. Y, ante la ausencia de François Cros (paquete de lesiones) y Anthony Jelonch (en recuperación acelerada), era necesario completar la tercera línea junto a Grégory Alldritt y Charles Ollivon.
Dos ejecutivos de vuelta como en todos los puestos. O casi. Solo debe faltar Uini Atonio, el pilar Rochelais se conserva y se reemplaza por el Toulousain Dorain Aldegheri. Quien había realizado una gran actuación el pasado mes de marzo durante la manifestación del XV de Francia en Twickenham contra Inglaterra.
Por lo demás, es el equipo Premium, por usar la terminología de la plantilla tricolor, desde el hooker Julien Marchand hasta el zaguero Thomas Ramos, pasando por la bisagra Dupont-Ntamack o la pareja de pívots Fickou-Danty. Con algunas indicaciones sobre el ritmo de este típico equipo.
En segunda línea Cameron Woki es el otro superviviente de la derrota de Edimburgo. Formar una viga de peso ligero con Thibaud Flament, que se había revelado en su ausencia durante el pasado Torneo de las Seis Naciones. Una asociación que parece tomar el relevo de los más pesados, con Paul Willemse. La plantilla también indica su gran confianza en Gabin Villière. Marco para el Grand Slam de 2022, las lesiones lo mantuvieron entonces alejado de las canchas y del XV de Francia. Recuperado, vuelve a ser titular, durante el imprescindible Damián Penaud.
Se espera la confirmación de la composición de este equipo, el jueves al mediodía, cuando Fabien Galthié la desvele. 48 horas antes de volver a enfrentarse a estos escoceses en Saint-Étienne para el segundo de los cuatro partidos de preparación que llevan a los Blues al Mundial (8 de septiembre al 28 de octubre).